Israel es blanco de una ola de críticas, condenas y llamados a una investigación independiente sobre los mortíferos acontecimientos en la Franja de Gaza.
El ejército israelí volvió a bombardear posiciones de Hamas en la Franja de Gaza, este jueves coincidiendo con el comienzo del Ramadán (mes de ayuno musulmán) en que ambos bandos parecen enfrentarse cara a cara nuevamente tras la mortífera jornada del lunes.
Aviones israelíes bombardearon siete objetivos en la Franja de Gaza, informó el ejército, que dijo responder a unos disparos contra soldados apostados a lo largo de la frontera con el enclave, pero también a fuego de ametralladoras pesadas que, excepcionalmente, alcanzó el miércoles a la pequeña localidad israelí de Sderot.
Una relativa y precaria calma había vuelto a Gaza después de la muerte de casi 60 palestinos, abatidos el lunes en manifestaciones y enfrentamientos que coincidieron con la inauguración en Jerusalén de la nueva embajada estadounidense ante Israel, en cumplimiento de una de las promesas internacionales más polémicas del presidente Donald Trump.
Sin embargo, disparos esporádicos y la respuesta israelí han recordado desde el miércoles que la situación sigue siendo tensa.
Se dan los ingredientes para un nuevo enfrentamiento entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamas, que mantienen desde 2014 un frágil cese al fuego.
Israel sigue soportando la reprobación internacional.
Los ministros árabes de Relaciones Exteriores se reunían este jueves de tarde en El Cairo. Tomarán posiciones sobre “la agresión israelí” contra los palestinos y el traslado “ilegal” de la embajada de Estados Unidos a Jerusalén, según la Liga Árabe (LA), que ya ha pedido una investigación a la Corte Penal Internacional (CPI).
Turquía celebrará el viernes una cumbre en Estambul de la Organización de Cooperación Islámica (OCI), integrada por 57 países, con la intención de enviar “un mensaje muy fuerte al mundo”.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que encabeza la protesta antiisraelí, llamó a una manifestación el viernes en Estambul bajo el lema “Alto a la opresión”, en solidaridad con los palestinos. En medio de expulsiones de diplomáticos y ofensas recíprocas, Turquía e Israel afrontan una nueva crisis que se añade a una relación ya de por sí difícil.
Israel es desde el lunes el blanco de una ola de críticas, condenas y llamados a una investigación independiente sobre los mortíferos acontecimientos en la Franja de Gaza. Aunque recibió el apoyo inquebrantable de Estados Unidos, que bloqueó una declaración del Consejo de Seguridad de la ONU pidiendo una investigación.
Israel no deja de afirmar que la masiva protesta, lanzada por los gazatíes hace más de seis semanas y que culminó con el baño de sangre del lunes, ha sido organizada por Hamas, movimiento con el que ha librado tres guerras desde 2008.
Hamas declaró apoyar esta movilización, asegurando que nació en la sociedad civil y que era pacífica.
Para los israelíes, Hamas utilizó las manifestaciones como tapadera para intentar atacar a Israel, y alentó también a los manifestantes, incluyendo a mujeres y niños, a arriesgar su vida a lo largo de la valla fronteriza.
Con información de: © Agence France-Presse