El volcán de Fuego de Guatemala, que hace un mes registró una potente erupción que dejó más de 300 muertos y decenas de desaparecidos, se mantiene activo con explosiones de ceniza, mientras las lluvias provocan deslizamiento de sedimentos, informó este lunes la protección civil.
El volcán “ha registrado de 2 a 3 explosiones por hora de características débiles y columnas de ceniza gris a 4.200 metros sobre el nivel del mar”, dijo a periodistas el vocero de la estatal Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred), David de León.
Detalló que las explosiones generan sonidos débiles y constantes deslizamientos en el contorno del cráter.
Los deslizamientos conocidos como lahares, formados por lodo y sedimento volcánico, afectan varias áreas, entre ellas el poblado de San Miguel los Lotes, al sur de la capital guatemalteca, sepultado tras la erupción.
El presidente Jimmy Morales anunció este lunes que prorrogó por 30 días el estado de calamidad en tres departamentos afectados por la erupción: Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango.
La noche del domingo, el Instituto de Sismología (Insivumeh) indicó que los lahares arrastran bloques de hasta 3 metros de diámetro, con troncos y ramas de árboles, que descienden calientes y con olor a azufre.
El pasado 3 de junio, el volcán Fuego, de 3.763 metros de altura y ubicado a 35 km al suroeste de la capital, registró una potente erupción que dejó 113 muertos y 197 desaparecidos.
En 16 albergues permanecen aún 3.643 personas tras la erupción del poblado de San Miguel Los Lotes y otras aldeas vecinas.
Datos del Banco de Guatemala (Banguat, Central) estiman que la erupción dejó pérdidas de entre 66,8 y 106,9 millones de dólares en la región afectada.
Con información de: © Agence France-Presse