La internet móvil "superrápida 5G de quinta generación" podría llegar el próximo año a varios países. Promete velocidades de descarga entre 10 y 20 veces más rápidas que las que tenemos ahora.
Pero, ¿qué diferencias aportará realmente a nuestras vidas? ¿Necesitaremos nuevos teléfonos inteligentes para beneficiarnos de ella? ¿Y resolverá los problemas de conexión para quienes viven en zonas remotas?
A continuación, examinamos el impacto que esta tecnología podría tener en el mundo.
Es la quinta generación de conectividad internet móvil que promete descargas mucho más rápidas, una amplia cobertura y conexiones más estables.
Se trata de facilitar un mejor uso del espectro radioeléctrico y de permitir a muchos dispositivos conectarse al mismo tiempo.
“Cualquier cosa que hagamos ahora con nuestros smartphones podremos hacerla mejor y más deprisa“, le dice a la BBC Ian Fogg, de OpenSignal, una compañía que analiza datos móviles.
“Piensa en los lentes inteligentes con realidad aumentada, en la realidad virtual móvil, en videos de calidad mucho más alta, en la internet de las cosas que hace a las ciudades más inteligentes”.
“Pero lo que es realmente emocionante son todos los nuevos servicios que serán construidos y que aún no podemos prever”.
Imagina enjambres de drones cooperando entre sí para llevar a cabo misiones de búsqueda y rescate, evaluaciones de incendios y monitoreo del tráfico, comunicándose entre sí de manera inalámbrica con redes de 5G.
También será crucial para que los vehículos autónomos puedan comunicarse entre sí.
Los juegos móviles serán más rápidos y los videos casi instantáneos. Las videollamadas, más claras y con menos interrupciones. Y los aparatos de ejercicios físicos o fitness podrán monitorear tu salud en tiempo real.
Hay una serie de nuevas tecnologías que podrían aplicarse, pero todavía no hay estándares definidos para todos los protocolos de 5G.
Las bandas de alta frecuencia tienen mucha capacidad, pero sus longitudes de onda cortas hacen que se bloqueen más fácilmente por objetos.
Probablemente veamos pequeñas antenas telefónicas cerca del suelo transmitiendo lo que se conoce como “ondas milimétricas”. Eso permitirá que las usen más personas. Pero es costoso, por eso las compañías de telecomunicaciones todavía no se han comprometido.
Sí, es una tecnología completamente nueva, pero puede que al principio no notes mucha más rapidez porque algunos operadores podrían usar el 5G en los inicios para aumentar la capacidad de las redes 4G existentes.
La velocidad dependerá del espectro de banda del operador y de cuánto invirtió en nuevas antenas y transmisores.
Las redes móviles más rápidas hoy día ofrecen 45Mbps (megabits por segundo) de promedio, aunque la industria todavía espera alcanzar 1Gbps (gigabit por segundo = 1,000Mbps).
Chipmaker Qualcomm estima que el 5G podría alcanzar velocidades de navegación y descarga entre 10 y 20 veces más rápidas en condiciones del mundo real (no solo de laboratorio).
Imagina poder descargar una película de alta definición en tan solo un minuto.
Y eso serían las redes construidas junto a 4G existentes. Las 5G autónomas operarán con frecuencias muy altas y podrán superar fácilmente el gigabit por segundo, pero se espera que lleguen algunos años más tarde.
El mundo cada vez es más móvil y consumimos más datos cada año.
Aunque hemos avanzando a pasos agigantados desde que la primera red de comunicación móvil automatizada comercial (1G) fuera lanzada en aún analógico 1979 (la tecnología móvil 2G fue la que marcó el cambio de protocolos de telefonía móvil analógica a digital), nuestra propia voracidad por mayor capacidad de datos, mayor velocidad de descarga y mejor conectividad nos ha metido en problemas.
Hay bandas congestionadas que causan caídas en el servicio, sobre todo cuando hay muchas personas en la misma zona tratando de conectarse al mismo tiempo.
El 5G es mejor a la hora de manejar miles de dispositivos de manera simultánea.
En la mayoría de los países no se lanzará antes de 2020, pero Corea del Sur espera hacerlo el próximo año. China también quiere ofrecerlo en 2019.
Estados Unidos, México, Chile o Argentina también están intentando tenerlo operativo para esas fechas.
Sí, así es.
Pero cuando se introdujo el 4G -entre el 2009 y el 2010- llegaron al mercado teléfonos compatibles antes de que la infraestructura se desplegara por completo, causando cierta frustración entre consumidores que sintieron que pagaron más por un servicio irregular.