Las agencias estadounidenses de Protección Ambiental (EPA) y de Seguridad Vial (NHTSA) anunciaron el jueves la suspensión de las normas ambientales obligatorias que había impuesto la administración Obama a la industria automotriz.
Ambos reguladores propusieron en su lugar nuevas reglas menos estrictas, que podrían incrementar el enfrentamiento entre el gobierno de Trump y el estado de California respecto a los coches “verdes”.
Las normas suspendidas preveían aumentos graduales de la autonomía de los vehículos hasta alcanzar un objetivo de 100 kilómetros por cada 4,32 litros de gasolina en 2025.
Estos estándares “ya no son apropiados”, dijo la EPA en un comunicado. “Estamos cumpliendo la promesa del presidente Trump a los estadounidenses de dar una solución sobre el tema del ahorro del combustible y los estándares de emisiones de dióxido de carbono (CO2)”, afirmó Andrew Wheeler, el jefe de la agencia ambiental.
“Nuestra propuesta busca lograr un equilibrio regulatorio basado en la información más reciente e implementar una solución para los 50 estados que permita a más estadounidenses comprar un vehículo menos contaminante, seguro, nuevo y más barato”, agregó.
Las dos agencias federales dicen que las normas del gobierno de Obama han contribuido a elevar el precio promedio de los automóviles, ahora de 35.000 dólares, o sea, 2.340 dólares más, lo que lleva a los consumidores a no cambiar de vehículo.
Esto hace que se priven de contar con nuevos automóviles equipados con las últimas tecnologías que los hacen más seguros.
En consecuencia, estiman las autoridades reguladoras, la suspensión de esos estándares permitirá a los estadounidenses ahorrar miles de dólares y reducir el número de muertes en las carreteras.
Las nuevas normas, que deben aún ajustarse y modificarse, entrarán en vigor este invierno boreal, precisaron.
“California luchará contra esta (decisión) estúpida con todos los medios a su disposición”, reaccionó de inmediato en Twitter Jerry Brown, el gobernador de este importante estado del oeste de Estados Unidos.
En cambio, los lobbies automotrices como Auto Alliance y Global Automakers elogiaron la decisión que salvará puestos de trabajo, según aseguran.
Con información de: © Agence France-Presse