Ciudad Guatemala
Juan Gabriel Zacarías Ramos, de 22 años, principal sospechoso de la muerte de su hijo, Héctor Antonio Zacarías Vásquez, de 11 meses, en San Juan Ermita, Chiquimula, se entregó este lunes a la Policía Nacional Civil (PNC).
Por Mario Morales
Sobre Zacarías Ramos había una orden de captura girada por el Juzgado de Primera Instancia Penal de Chiquimula, pues su expareja, Lilian Consuelo Vásquez, lo denunció por la muerte de su bebé, ocurrida el 8 de octubre último en El Plan del Guineo, Chiquimula.
Según Vásquez, Zacarías la había amenazado de muerte porque ella le exigía ayuda económica para alimentar a su bebé.
Vásquez se había separado recientemente del padre de su hijo y le pedía ayuda económica para sostener al menor, pero la amenazó de muerte por haberle exigido dinero.
“Lo único que pido a las autoridades es que se haga justicia por mi hijo y que el caso no quede en la impunidad”, dijo Vásquez.
Los investigadores que llegaron al lugar del crimen encontraron un lazo a un costado del cuerpo del pequeño y sospechan que habría sido utilizado por el agresor.
Pobladores indicaron a las autoridades que vieron salir de la vivienda a Zacarías Ramos minutos antes de que la madre del menor les avisara del suceso.
Dolores Zacarías Pérez, madre de Lilian, explicó que su hija sostuvo una relación con Juan Gabriel por más de dos años y otros familiares aseguran que “era matrimonio amoroso y unido”.
“Como madre decidí entregar un terreno a mi hija para que viviera con su familia, pero desconozco por qué terminaron su relación. Se debe ser un monstruo para quitarle la vida a su hijo que apenas empezaba a vivir. Si la justicia no llega a detenerlo, la conciencia no lo va dejar vivir en paz por haber matado a mi nieto”, explicó Zacarías Pérez.
Yesenia Patricia Sandoval, auxiliar de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) en Chiquimula, comentó: “Esto refleja que todavía hay vulnerabilidad en los derechos de la mujer y de la niñez. En este caso, la PNC y el MP deben actuar pronto para detener a este hombre porque puede ir a otro país. Como PDH daremos seguimiento al caso, para que no se quede en la impunidad”.
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“Este tal vez es un caso de los muchos que otras mujeres deben callar porque la expareja los amenaza de muerte por exigirles una pensión alimentaria para sus hijos, lo cual debería ser una responsabilidad. Creo que las autoridades deben de recapacitar y reactivar la pena de muerte porque es el único medio para que se reduzca la violencia o que haya respeto a la ley”, opinó Aura Ramos, secretaria.
Marvin Ortiz, vendedor, indicó: “Se debe de tener una alma despiadada para matar a su hijo. Ese hombre no merece la cárcel, sino la muerte por atreverse a quitarle la vida a un angelito. Tarde o temprano le va caer su castigo terrenal o divino. Es un cobarde que no merece vivir”.
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