Para los niños, el miedo y el dolor de los tratamientos médicos pueden ser traumáticos. Así que varias compañías de tecnología han encontrado una forma de ayudar.
Las vacunas salvan vidas, pero muchos niños les tienen miedo a las agujas.
Así que un proyecto en Brasil ha encontrado en la realidad virtual o VR (como se conoce en inglés) una manera de ayudar a los niños a sobrellevar situaciones como esta.
El proyecto VR Vaccine creó una aventura animada en 3D que permite a los niños disfrutar de ver cómo héroes con armaduras defienden sus tierras de un villano.
Y mientras la enfermera mira la misma historia en una pantalla separada, aprovecha para pasar el algodón húmedo por la piel y aplicar la inyección.
El proyecto fue lanzado por la cadena de farmacias Hermes Pardini para ayudar con sus campañas de vacunación, mientras el contenido del animado estuvo a cargo de los estudios locales de diseño VZLAB y Lobo.
“Lo que aprendimos al hacer este proyecto es que los niños les temen a las agujas más que al dolor en sí mismo”, dice Luiz Evandro, director de VZLAB y Lobo.
“Nuestra teoría era que si podíamos deshacernos de ‘la aguja que se aproxima’, el miedo en sí también desaparecería. Eso terminó sucediendo perfectamente”.
Evandro asegura que la capacidad de la historia contada en la animación para atrapar el interés de los niños alivió sus miedos y ayudó a relajar sus músculos, lo cual facilitó mucho más el trabajo de las enfermeras al administrar la inyección.
Los resultados del proyecto VR Vaccine han sido tan positivos que Hermes Pardini ha instalado los dispositivos en sus 80 farmacias.
Evandro cree que la realidad virtual tiene el potencial de ayudar con una variedad de otros escenarios médicos para aliviar el estrés de los pacientes y asegura que esta tecnología tiene mucho potencial de desarrollo.
“Se le podrían incorporar tanto interactividad como personalización para pacientes específicos”, dice.
“Sentimos que solo hemos arañado la superficie de lo que se puede hacer aquí”.
El uso de la tecnología también está teniendo efectividad al ayudar a que los niños diagnosticados con enfermedades crónicas expresen sus sentimientos y puedan enfrentar los tratamientos.
Por ejemplo, Sproutel, una empresa con sede en Estados Unidos, ha desarrollado un pato robot que permite a los niños que se someten a tratamientos contra el cáncer utilizar una “tarjeta de sentimiento”, transmitiendo una cierta emoción contra el pecho del animal.
Entonces el pato expresa esa sensación.
“Esto permite a los niños comunicar sus sentimientos al personal médico que usa este dispositivo, lo cual a menudo puede ser difícil para niños pequeños”, explica Aaron Horowitz, cofundador y director ejecutivo de Sproutel.
El pato también tiene tiene insertado un catéter, que permite a los niños administrar quimioterapia a sus patos. Horowitz dice que este tipo de juego médico puede dar a los niños una sensación reconfortante de control sobre sus tratamientos médicos.
“Varios estudios han demostrado que los niños sienten que el pato ayuda a reducir su nivel de estrés en el hospital”, dice Horowitz.
“La duración promedio del tratamiento contra el cáncer para un niño es de 1.000 días y esto es increíblemente aterrador”.
Sproutel asegura que ya ha recibido 600 pedidos de 37 hospitales de Estados Unidos para comprar estos patos, que tienen un costo de US$200.
Y la compañía de seguros Aflac está corriendo con el costo de un pato por cada paciente de cáncer infantil que lo solicite.
Otros tipos de robots también están llegando a las salas de hospitales infantiles.
La compañía canadiense RXRobots, por ejemplo, ha pasado años desarrollando su robot humanoide MEDi, diseñado para establecer una relación con un niño y enseñar estrategias cognitivo-conductuales para ayudarlo a enfrentar el estrés de los hospitales a través de juegos y conversaciones.
Digamos que un niño sufre de ansiedad porque sabe que va a someterse a un tratamiento. El robot MEDi jugará con él a hacer ejercicios de respiración profunda.
A través del juego, el niño se relaja y deja de centrarse en el procedimiento.
MEDi también es utilizado para juegos terapéuticos en los que los niños pueden realizarle procedimientos, durante los cuales el robot hace comentarios como “estás cuidándome bien”.
Esto le enseña al niño que los profesionales de la salud también están tratando de ayudarlo, incluso cuando realizan procedimientos médicos a veces dolorosos.
La fundadora de RXRobots, Tanya Beran, afirma que este robot puede ayudar a reducir el dolor de los niños durante los procedimientos médicos en un 50%, basado en entrevistas con niños, padres y enfermeras.
Beran cree que la interacción con MEDi no solo ayuda a los niños que se someten a tratamientos médicos, sino que también puede moldear sus actitudes hacia la atención médica durante el resto de sus vidas.
“MEDi está transformando la atención médica al ayudar a los niños a desarrollar una experiencia distinta en hospitales y consultorios dentales”, dice.
Pero el robot aún no es perfecto. Cuando ocurre un fallo con la conexión a internet, el robot no funciona. A veces también se demora en hablar.
Y su precio -US$15.000- no es barato.
El hospital Pediátrico Alberta cuenta con cuatro de ellos. Y el personal médico asegura que han sido efectivos en más de un paciente.