El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), anunció este lunes que su gobierno -que comienza su mandato el 1 de diciembre- cancelará la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).
López Obrador informó que esta decisión se basa en la consulta nacional que su equipo de transición organizó el fin de semana, en la que solo un 30% de los participantes apoyó la edificación del NAIM en Texcoco.
En la consulta el 69,95% votó por la construcción de otro aeropuerto en la actual Base Militar de Santa Lucía, ubicada a unos 40 km al norte de Ciudad de México.
Un total de 1.067.859 de votos fueron emitidos, lo que es poco más del 1% de la lista de electores.
El presidente electo de México dijo que su gobierno respaldará la construcción en Santa Lucía.
“La decisión es obedecer el mandato de los ciudadanos. De modo que se van a construir dos pistas en el aeropuerto militar de Santa Lucía”, dijo López Obrador en una conferencia de prensa.
Su proyecto también contempla un reacondicionamiento del actual Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM), así como la ampliación del Aeropuerto Internacional de Toluca, ubicado a 60 km de la capital mexicana.
El futuro presidente mexicano descartó que haya afectaciones económicas por la cancelación del NAIM, el cual tenía un avance estimado en 30%.
Empresarios, analistas y funcionarios del gobierno actual habían cuestionado la propuesta de Santa Lucía
La crítica central es que cancelar el proyecto de Texcoco implicaría un alto costo a la economía del país y puede enviar una imagen negativa a los mercados internacionales.
“Desde que se inició el análisis sobre este asunto, dejamos de manifiesto que quedaban a salvo los intereses de las empresas y de los inversionistas. Hay fondos en el fideicomiso actual que respaldan los compromisos en contratos y en inversiones”, dijo.
“Además de eso existe el respaldo, el aval, nuestra palabra, nuestra autoridad moral y política, de atender cualquier reclamación de empresas o de inversionistas”, añadió López Obrador.
Según sus cálculos, la cancelación del NAIM y la construcción de la terminal en Santa Lucía representará un ahorro de 100.000 millones de pesos, unos US$5.000 millones.
Diversos analistas de aviación han dicho que no existe un estudio integral que avale la compatibilidad aérea de Santa Lucía y el actual AICM.
AMLO dijo que en días pasados recibió un estudio de una consultora de Francia, la cual no nombró, que avala la viabilidad de Santa Lucía.
“Está demostrado que no existe ningún problema técnico, que pueden operar los dos aeropuertos”, explicó.
“Era necesario saber, a ciencia cierta, si se podían operar los dos aeropuertos. Y le pedimos al gobierno francés que nos ayudara para que una empresa de prestigio nos presentara un dictamen sobre este asunto (…) Ellos nos entregaron un dictamen para reforzar la viabilidad de la operación de los dos aeropuertos, el de Santa Lucía y el de la Ciudad de México”.
Con el anuncio de la cancelación la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México empieza a cerrarse uno de los capítulos más polémicos de los últimos años en la política mexicana.
Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) dijo que los empresarios del país no respaldan la cancelación del NAIM.
Algunos señalaron que el peso perdió valor frente al dólar por esta decisión. López Obrador dijo que fue una depreciación “normal”, pero que no necesariamente se vincula con la consulta.
En el fondo, dicen analistas, la decisión de mantener la consulta y acatar el resultado -que algunos veían previsible- es en realidad un mensaje político hacia sus adversarios.
El presidente electo pareció confirmarlo. La consulta “es una muestra de queno se permitieron presiones de nadie”.
Al cancelar el proyecto aeroportuario en Texcoco “queda de manifiesto que hay una división, desde ahora clara, que hay una frontera entre poder económico y poder político”, dijo ante periodistas.