Ciudad Guatemala

Ángeles antigüeños creados por un artesano que rescata herencia familiar


Cada poblador tiene algo importante que compartir en cualquier rincón de nuestro país y a través del tiempo sus raíces artísticas pueden ser heredadas y así transmitirlo a nuevas generaciones.

  26 diciembre, 2018 - 13:10 PM

Es una historia que inicia con el abuelo Juan francisco Ruiz, quien trabajaba de administrador en una finca de café, así lo refiere Pedro Ruiz Reyes, su nieto. Al transcurrir el tiempo, el abuelo decide,  hace aproximadamente 71 años, radicar en lo que hoy conocemos como Antigua Guatemala, con la  preocupación de que su hijo pudiera estudiar. Es así como abre su taller cerca de la Alameda de Santa Lucía, en aquel tiempo.

Con sus hábiles manos fabricaba pastores en los que  empleaba tela para crear  figuras que representaban regiones de Guatemala; así fue mejorando su técnica y dando un estilo y personalidad a cada personaje. Pedro, en su niñez, recuerda ayudar a su abuelo a elaborar cada una de las piezas y así también aprendió este oficio noble y hermoso.

Ángeles antigüeños de la familia Ruiz

Foto: Juan Diego González

El trabajo del abuelo se inmortalizó gracias a personas que gustaron del arte que dominó y hasta la fecha es parte de colecciones personales en distintos hogares guatemaltecos.

Para la familia fue un golpe muy duro cuando el abuelo falleció en el 2005 y junto a él se cierran las puertas de su taller. Desde entonces no se trabajo ningún ángel, solo piezas por encargo a través de las manos del escultor guatemalteco Ernesto Ruiz y una de las hermanas de la familia.

Un proceso para crear la belleza y divinidad de los ángeles

ángeles antigüeños de la familia Ruiz

Foto: Juan Diego González / Renato Martínez

Hoy en día el nieto del maestro Juan Francisco Ruiz decide retomar y rescatar los procesos correctos de lo que se trabajaba todavía hace más de 15 años, por lo que observaremos el modelado en arcilla para luego realizar el alma de la pieza y la parte del cuerpo y esperar que seque al sol, luego pasa a un horno artesanal de leña para que se queme.

Cuando las piezas salen del horno se arma la estructura de la pieza y posteriormente se le viste con tela almidonada y luego sigue la aplicación del yeso, por lo que lleva varios días de secado en esta segunda fase. Ya enyesado se le aplica un sellador sobre el cual se recubrirá con el color dorado.

El artesano comparte que se realiza “la imprimación” para lo que se relaciona con la piel en el rostro y luego viene el proceso del encarnado y posteriormente realizar el cabello y los detalles que darán vida a la figura. Hay que destacar que las piezas no tienen molde por lo que se convierten en modelos únicos de mucho valor.

Son detalles importantes las alas de latón, las cuales se hacen con moldes originales de cartón. Las alas ya cortadas se doran y se pintan para el detalle de las plumas.

El trabajo artesanal tiene valor artístico y para muchas familias es un impulso en su propia economía. También significa heredar una historia para que nuevas generaciones puedan disfrutar, lo que es hacer arte impecable y extraordinario, como el que realiza la familia Ruiz en la ciudad de Antigua Guatemala.

ángeles antigüeños de la familia Ruiz

Foto de portada /Juan Diego González


Viajar por nuestro hermoso país es descubrir el talento de nuestra gente, es compartir y disfrutar de una noble profesión que está para servir a las comunidades, así debe ser el periodismo turístico y cultural.

 

 

 

 

 

 

 

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