Envenenamiento de 17 personas. Por eso se abrió una investigación criminal contra el médico francés Frédéric Péchier.
Los fiscales aseguran que el anestesista de 47 años manipuló deliberadamente las bolsas de anestesia de sus colegas para crear una emergencia y, así, mostrar sus talentos.
Péchier niega las acusaciones pero, si es declarado culpable, se arriesga a una condena de por vida.
Las últimas indagatorias se suman a otros siete casos de envenenamiento por los que el médico ya había sido investigado en 2017. Del total de los 24 casos por los que se le acusa, nueve personas han muerto.
El abogado del anestesista, Jean-Yves Le Borgne, dijo a la agencia de noticias AFP que aún no se han probado la acusaciones realizadas por los fiscales.
“Existe la posibilidad de que el doctor Pechier haya cometido esas intoxicaciones pero esta hipótesis no es más que una hipótesis”, dijo Borgne. “Hay que subrayar la presunción de inocencia”, agregó.
En mayo de 2017, un juez de instrucción de la ciudad de Besançon, en el este de Francia, comenzó una investigación en contra del médico por los primeros siete casos de envenenamiento. Aunque en aquella ocasión Péchier fue dejado en libertad, se le prohibió continuar practicando la medicina.
Esta semana, el hombre fue interrogado por la policía sobre 66 casos de paros cardíacos durante operaciones en pacientes que se consideraban de bajo riesgo.Las últimas acusaciones son justamente de estos casos, que involucran a pacientes de entre 4 y 80 años.
El fiscal Etienne Manteaux afirmó a los medios locales que Péchier había sido “el denominador común” en cada uno de estos sucesos y que ha estado en evidente conflicto con sus colegas.
Según reveló Manteaux, cuando los casos ocurrieron a menudo se encontró al médico “cerca del quirófano“, realizando diagnósticos rápidos sobre qué medidas tomar.
Péchier ha negado las imputaciones y sus abogados han acusado a la policía de alterar las declaraciones que entregó durante el primer interrogatorio.
“Sea cual sea el resultado de todo esto, mi carrera ha terminado”, dijo el anestesista en una conferencia de prensa.
“No se puede confiar en un médico que, en un momento dado, ha sido calificado de envenenador … Mi familia está destrozada y temo por mis hijos”, agregó.