El centro de detención de migrantes ubicado en McAllen, Texas, donde murió el menor guatemalteco Carlos Gregorio Hernández Vásquez, de 16 años, suspendió sus actividades luego de detectar a varios migrantes con altos niveles de fiebre.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos informó en un comunicado que “para evitar la propagación de enfermedades, el Sector del Valle del Río Grande (RGV) ha suspendido temporalmente las operaciones de admisión en el Centro de Procesamiento Central”.
Los migrantes detenidos en ese centro fueron trasladados a otros lugares mientras se resuelve la situación.
La oficina explicó que el personal médico del centro identificó a los migrantes bajo custodia con fiebres altas y con “signos de una enfermedad relacionada con la gripe” y que se les está brindando tratamiento médico.
Las autoridades migratorias no precisaron el número de migrantes afectados por la enfermedad.
El centro de procesamiento de McAllen es una de las instalaciones más abarrotadas de indocumentados a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos.
El cierre del centro se da un día después de la muerte de Carlos Gregorio Hernández Vásquez, de 16 años, un joven originario de Cubulco, Baja Verapaz, que perdió la vida en su intento por llegar a Estados Unidos.
Las muertes de los menores migrantes guatemaltecos no dejan de levantar sospechas sobre los tratos a los que son sometidos una vez detenidos por la Patrulla Fronteriza de EE. UU.
Bartolomé Hernández, padre de Carlos, dijo a la cadena de noticias Univisión que su hijo salió “contento” de casa, mientras que la madre, Gilberta Vásquez, exige justicia, puesto que asegura su hijo no estaba enfermo.