Sus denuncias online van desde infidelidades hasta violencia, violaciones y abuso infantil.
Se trata de miles de mujeres en Reino Unido que están relatando en grupos secretos de Facebook los casos vividos con sus exparejas, a quienes identifican con nombre, dirección o incluso fotografía.
Dicen que así quieren proteger a otras personas que puedan pasar por su misma situación, pero los expertos dicen que podrían estar poniendo en riesgo su propia seguridad.
Claire se describe a sí misma como una de las componentes de “un ejército de mujeres que se cuidan unas a otras en todo el país”.
Sobreviviente de violencia doméstica, Claire le contó al programa Victoria Derbyshire de la BBC cómo fue “empujada, arrastrada y arrojada al suelo” por su expareja.
Aquello la dejó sumida en una depresión y hay días en los que dice que se siente incapaz de abrir las cortinas o salir de la casa.
Denunció a su ex por agresión. Él tuvo que realizar trabajos comunitarios, pero después regresó a su ciudad natal.
Claire se alejó entonces para proteger a sus hijos, pero quería advertir a otras mujeres de su historia.
Entonces decidió escribir en una de las páginas de Facebook existentes en Reino Unido conocidas como Prick Advisor.
Este grupo, con 100.000 miembros en su página nacional principal y páginas regionales con números que van desde los cientos hasta los 40.000 usuarios, se promociona a sí mismo como un lugar donde las mujeres pueden advertir a otras de una expareja o de alguien que esté presente en apps y sitios de citas online.
Las acusaciones van desde engaños y catfishing (cuando pretendes hacerte pasar por otra persona en línea) hasta casos de abusos graves.
Claire espera que con su publicación haya ayudado a mantener a salvo a otra mujer o familia.
“Solo saber que una persona puede estar a salvo de él, eso ya se siente como un logro”, asegura.
Para Samantha Wright, administradora de uno de los grupos regionales de Prick Advisor, las páginas son una forma de ayudar a las mujeres a quienes “fallaron” las autoridades locales y la policía.
Una de las páginas contiene incluso una base de datos de hombres a los que se puede buscar por su nombre para comprobar si alguien ha emitido una alerta sobre él.
En Reino Unido ya existe una iniciativa oficial similar conocida como Clare’s Law, que ofrece a las mujeres un acceso potencial al historial criminal de una pareja.
Pero Samantha cree que la policía no lo publicita lo suficiente, lo que significa que muchas mujeres no saben que existe.
En Prick Advisor las mujeres pueden escribir sobre hombres que no han llegado a ser condenados.
Por ello, Samantha dice que les piden a las mujeres “que brinden tanta información como sea posible”, como capturas de pantalla de conversaciones incriminatorias.
Pero la organización benéfica Women’s Aid teme que esto pueda presentar “serios riesgos”.
Su responsable de Asuntos Públicos, Lucy Hadley, dice que las mujeres podrían ser “perseguidas” por el presunto autor si se corriera la voz y llegara a enterarse.
También le preocupa que las mujeres que se unen a los grupos “no reciban la información correcta de expertos y el apoyo que necesitan” de profesionales cualificados.
Y también, recuerda, existe la posibilidad de que las mujeres que publican denuncias puedan terminar en los tribunales siendo procesadas por difamación.
Ese es un riesgo que Marie (no es su verdadero nombre) estaba dispuesta a correr.
El nombre completo, la dirección y la foto de su expareja fueron publicados en el grupo por una amiga, junto con la acusación de que el hombre había violado a la hija pequeña de Marie.
La niña de 3 años comenzó a tener terribles pesadillas y a orinarse en la cama, hasta que le dijo a su madre: “Papá me hizo daño”.
Esto llevó a Marie a sospechar de los abusos y acudió la policía. Cuenta que los agentes le dijeron que había evidencia física de penetración, pero no creían que fuera lo suficientemente rotunda como para llevarlo a juicio.
Fue entonces cuando la amiga de Marie hizo la publicación en el grupo para advertir a las demás personas por si el hombre estuviera cerca de sus hijos.
Sin embargo, al permitir que cualquier persona publique acusaciones en las páginas también existe el riesgo de que Prick Advisor sea utilizado para publicar declaraciones falsas.
Un hombre, “Billy”, describe los grupos como un “ahorcamiento público de hombres”, después de que su ex lo acusara de comportamiento abusivo y controlador.
Él niega rotundamente las afirmaciones, pero dice que cuando se corrió la voz en la zona donde vivía le daba miedo salir de su apartamento.
“¿Cómo puedo demostrar mi inocencia cuando esta mujer que conocí por poco tiempo me llama de todo?”, pregunta.
“Desde luego que tuvo un efecto en mi negocio: la gente dejó de acudir a mí [a encargar trabajos]”.
Cuando se le pregunta sobre las implicaciones legales en su caso, Marie dice que “no le preocupa” que se muestre la identidad de su ex o el riesgo que podría suponer para él.
“Él arruinó la vida de mi hija y la mía. La gente necesita saber quién es él”, afirma.
La página en la que Marie hizo la publicación fue suspendida después por Facebook, por lo que su mensaje ya no está online.
Una suspensión similar ocurrió con la página regional de Samantha después de que rompiera los “estándares de la comunidad”, pero un tiempo después se le devolvió la administración de la página.
Facebook le dijo a la BBC en un comunicado que tiene “reglas estrictas sobre lo que está permitido y lo que no está permitido, y no toleramos acoso e intimidación hacia personas o que se las identifique para avergonzarlas”.
“Sin embargo, para casos de denuncias como de acoso sexual o agresión reconocemos que es importante que las personas tengan la capacidad de crear conciencia. Por lo tanto, en estos casos, dependiendo del contexto, permitiremos estos comentarios”.
Samantha dice que, si su página se eliminara de manera permanente, crearía otra debido a la importancia de “darles a estas mujeres la oportunidad de hablar”.
“Simplemente, no quieres ver a [un hombre] volver a hacer lo mismo que lo que le acaban de hacer a otra persona”, concluye.