La doctora canadiense-estadounidense Jen Gunter se convirtió en una cazadora de mitos sobre la salud de las mujeres. En su opinión, cientos de años de desinformación sirvieron para controlarlas y oprimirlas.
“Si el objetivo es oprimir a las mujeres haciendo que estén siempre preocupadas por sus cuerpos -que son normales-, la desinformación constituye una herramienta muy efectiva”, afirma.
Ahora, para ella, toda una industria de “bienestar” perpetúa estos mitos y crea otros nuevos para vender sus productos.
Lo que Gunter quiere, como dice al comienzo de su libro “La biblia de la vagina”, es capacitar a todas las mujeres con información precisa sobre la vagina y la vulva.
“Pensé: ‘¡Dios mío! si es difícil para mí, que soy médico, ¿cómo puede la gente encontrar información?'”.
La obra consta de 400 páginas en las que se responden desde las preguntas más simples (¿qué es la vagina?, ¿qué es la vulva? ) a las más complejas (¿cuál es la verdad sobre la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH)?).
Gunter se hizo famosa en Estados Unidos por enfrentarse en públicoa la actriz Gwyneth Paltrow, ganadora del Oscar por “Shakespeare enamorado”, quien se convirtió en una especie de “gurú” con un blog de salud y bienestar y una compañía que vale millones de dólares.
El sitio web de la actriz ya fue multado por difundir información sin base científica, algo que Gunter ha señalado repetidamente, desmintiendo entre otras cosas afirmaciones como que los sostenes causan cáncer (¡no es así!) o que los aerosoles vaginales limpian el útero (¡tampoco! la idea de que el útero está sucio es “un mito patriarcal”, escribió).
En 2017, Gunter escribió un texto diciendo que la página web de la actriz se alimentaba de la industria del miedo, generando dudas e ideas falsas en las mujeres. La junta editorial del blog de la actriz respondió llamando a Gunter “extrañamente segura” a la hora de hacer esas declaraciones.
Gunter respondió: “No estoy ‘extrañamente segura’ sobre salud vaginal. Estoy adecuadamente segura porque soy una experta. Estudié medicina durante cuatro años, hice cinco años de residencia en ginecología y obstetricia, un año de investigación de enfermedades infecciosas”, y siguió citando su currículum completo.
“Una mujer sin ninguna formación médica que les dice a las mujeres que vayan por ahí con óvulos vaginales es la que está ‘extrañamente segura”.
En la siguiente entrevista concedida a BBC News Brasil, Gunter habla sobre las causas e intereses detrás de los mitos sobre la salud femenina difundidos en portales de internet y redes sociales y responde a preguntas sobre la salud de las mujeres.
En su libro, declara que las mujeres han sufrido “cientos de años de desinformación”. ¿A qué tipo de desinformación se refiere?
En muchas culturas, ni siquiera puedes nombrar las partes del cuerpo femenino. No se puede decir “vagina”, “vulva” y “clítoris”. Si no puedes decir el nombre de una parte, tienes la impresión de que es vergonzosa y algo sucio.
Si no podemos hablar sobre el cuerpo, ¿cómo vamos a encontrar información correcta sobre él? El cuerpo femenino no ha sido estudiado de la misma manera que el masculino. No estudiamos la salud de las mujeres de la misma forma que estudiamos la salud de los hombres. Las mujeres fueron excluidas de la medicina y la ciencia, fue solo recientemente que comenzamos a escuchar sus voces.
Y ahora, además de eso, tenemos a la industria del bienestar, que es un marketing engañoso. Esto siempre ha existido, pero ahora aparece cuando entramos en Instagram, Facebook, Twitter. Además, vemos que los mismos titulares erróneos se repiten varias veces y todos confundimos la repetición con precisión. Cuando la gente lee estos mitos, que se extienden cada vez más rápido, esta información “pega” más.
¿Cómo y por qué comenzó a desmentir mitos?
Como médica, me importa la información con la que mis pacientes llegan al consultorio. Esto fue un gran factor. Pero también fue porque tenía hijos con problemas de salud graves y comencé a investigar cosas en internet y encontré mucha basura.
Pensé: “¡Dios mío! si es difícil para mí, que soy médico, ¿cómo hacen los demás para encontrar información?”. Entonces comencé a pensar desde otra perspectiva en la información que mis pacientes traían.
También tuvo una pelea pública con la actriz Gwyneth Paltrow. ¿Qué motivó esta confrontación?
Un día me enviaron un artículo [del sitio web de Paltrow] sobre aerosoles vaginales. Pensé: “Esta es la cosa más estúpida del mundo”. Entonces escribí sobre eso y se volvió viral. Luego estaba el texto que decía que los sostenes causan cáncer de seno. No lo causan. Y lo que decía de que las mujeres se pongan óvulos vaginales. ¡No lo hagan!
Comencé a desmentir esas cosas, y Gwyneth me encontró “extrañamente segura” para hacer estas afirmaciones, siendo médica y todo. Al final, el portal fue multado. Pero dijeron que solo estaban “conversando”. Es muy peligroso transmitir información como esa y luego decir “no estábamos transmitiendo información” o decirle a la gente lo que debería hacer.
Ella no quería transmitir información como esa o decirle a la gente lo que debe hacer, pero escribió un artículo sobre óvulos vaginales y está vendiendo óvulos vaginales. Creo que la mayoría de la gente diría que eso es decirle a otros lo que deben hacer.
¿Quién está interesado en difundir esta información falsa sobre salud femenina?
Bueno, primero, quien quiere vender un producto. Cuando tienes suplementos poco confiables y quieres venderlos, o cuando desees que las mujeres se inserten “óvulos energéticos” en la vagina, debes desinformarlas.
Cuando desees vender tampones caros que se supone que son orgánicos, sin beneficios para la salud, debes difundir información errónea para que las mujeres elijan los productos más costosos.
Pero esta información equivocada también resulta muy dañina cuando hablamos de opciones anticonceptivas y del derecho al aborto. Vemos mujeres que tienen miedo de ciertos métodos anticonceptivos debido a mitos. O vemos mujeres que no han sido educadas adecuadamente sobre anticonceptivos por culpa de información errónea, tomando decisiones equivocadas porque no tienen suficientes datos. Y vemos a gobiernos tumbando los derechos reproductivos de las mujeres.
Y también hay muchas similitudes entre las inexactitudes científicas y las noticias políticas falsas. Incluso, a veces, las personas comparten información equivocada por falta de conocimiento. Se necesita más educación en salud y ciencia.
Lo mismo sucede con el clima o el contenido antivacuna. Si se observa a las personas que están en contra de la vacunación, la minoría cree en teorías de conspiración y la mayoría ha sido contaminada con información errónea en internet.
En su libro menciona al patriarcado como motor principal de la desinformación en estos casos. ¿Qué tienen que ver el patriarcado y el machismo con los mitos que leemos sobre la salud de las mujeres?
Todo proviene de ahí. Si el objetivo es oprimir a las mujeres haciendo que estén siempre preocupadas por sus cuerpos -que son normales-, la desinformación constituye una herramienta muy efectiva. Si el objetivo es mantener a las mujeres en la pobreza, sin darles derechos reproductivos e información, sin permitirles decidir sobre sus propios cuerpos, esta es una buena manera de hacerlo.
El mito básico, la creencia básica y central del patriarcado, es que los cuerpos femeninos están sucios. Cuando las niñas comienzan a menstruar, están sucias, avergonzadas en muchas culturas y comunidades. Así es como se controla a las personas.
Cuando se desea controlar a la mitad de la población, y hay una clara señal de que son diferentes, de que están sangrando, esta es una herramienta eficaz. Decir: “Ah, esta sangre es asquerosa y anormal, algo está mal contigo”.
Las mujeres se convirtieron en mercancías. Deben ser vírgenes hasta el matrimonio y deben tener tantos hijos como sea posible y cuando envejezcan deben callarse e irse. Así es como nos tratan.
¿Y cuáles son las consecuencias para las mujeres de creer en estos mitos?
Toman decisiones de salud que pueden ser malas para ellas. Terminan sin tener relaciones sexuales como quieren en la cama porque no pueden decir: “Oye, solo el 30% de las mujeres alcanza un orgasmo con la penetración, quiero estimulación en el área de mi clítoris”. El 100% de las mujeres debe recibir la vacuna contra el VPH, pero no lo hacen por desinformación y miedo.
Es una mala decisión médica porque expone a las mujeres al cáncer cervical. Hay serias consecuencias.
Usted dijo anteriormente que “no estudiamos la salud de las mujeres de la misma manera que estudiamos la salud de los hombres”. ¿Cómo influye esto en lo que sabemos sobre la salud y el cuerpo femenino?
Para muchos medicamentos y afecciones médicas, las pruebas generalmente se realizan en hombres sanos u hombres en general. Y hay razones para eso que podrían haber sido aceptables cuando no teníamos información. Las mujeres tienen ciclos, nuestras hormonas son diferentes en diferentes momentos del día y algunas de estas cosas pueden afectar las condiciones médicas.
Entiendo que biológicamente los estudios iniciales se puedan hacer en hombres, pero eso no significa que sea aceptable detenerse allí. Personas de diferentes orígenes raciales podemos reaccionar de manera diferente a distintos medicamentos. Sabemos que la edad puede tener un impacto. Hay mucha exclusión de todos los que no somos hombres blancos entre las edades de 18 y 35 años, la población de estudio “ideal”.
Tenemos que pedir más. Tenemos que decir: no puedes estudiar cosas que afectan solo a una pequeña población, porque hasta que estudiemos a todos, no sabremos, no tendremos cómo saber, que puede haber diferencias de impacto para diferentes edades y que las mujeres pueden reaccionar a los medicamentos de manera diferente, según su edad, estado menopáusico y época del mes.
Con tantas noticias falsas sobre política, pero también sobre salud, las personas pueden estar ansiosas, sin saber cómo informarse. Después de todo, ¿cómo debemos navegar en este entorno lleno de información que no siempre es fiable?
Primero, nunca confíes en las celebridades. A menos que te digan que dejes de fumar, lo cual es genial. Me gustaría poder decir que se puede confiar en los médicos, pero esto no siempre es posible. Con suerte, se puede encontrar un médico en quien confiar. Pero los médicos también pueden ser una fuente de información errónea. E internet también.
Hay buenos médicos, médicos depredadores o médicos que realmente no saben. Hay buenos sitios de internet y sitios depredadores, y también hay sitios cuyos autores están confundidos y transmiten información incorrecta sin saberlo.
Creo que la vacuna contra eso son los hechos. Cuanto más sepamos acerca de nuestro cuerpo, más podremos recibir información y decir: “Esto es basura, no debería creerlo”. Los hechos ayudan. También tenemos que enseñar a las personas cómo buscar información sobre salud. Es muy importante, tenemos que aumentar la educación sanitaria. Tenemos que enseñar a las personas cómo identificar el sesgo en los sitios web.
Cada vez que recibimos información médica, debemos pensar: “¿Por qué esta persona quiere que yo crea esto? ¿Cuál es su interés en esto? ¿Es usted un periodista, alguien que vende un producto, alguien en contra de una vacuna?”.
Gunter contestó las primeras cinco preguntas durante la entrevista; las preguntas 6-8 fueron respondidas en su libro.
1) ¿Existe el punto G?
El “punto G”, en el estudio original de Ernst Gräfenberg, fue descrito con bastante precisión como lo que ahora sabemos que es el clítoris, una estructura grande con tejido eréctil que está muy cerca de la uretra. Así que estaba describiendo algo que sabemos hoy: que parte del clítoris está muy cerca de la uretra, y que muchas mujeres deberían tener esa parte sensible, dependiendo del tipo de estimulación y el momento.
En algunos días puede ser óptimo. En otros, no. Diferentes cosas pueden influenciar lo que sentimos placentero. Pero de alguna manera esta idea ha sido transcrita por el patriarcado como un punto de la mujer que se puede tocar y volverla loca. No, no es eso, no es un botón que uno puede presionar.
Es parte del todo, parte del tejido eréctil, y tiene que ser estimulado con esfuerzo, así como sucede con otras zonas, y no se concentra en un solo un lugar, una glándula específica.
Creo que esto se ha convertido en un “teléfono inalámbrico”. Las mujeres dicen: “No puedo tener un orgasmo con mi pareja jugando solo en esa área”. Sí, porque no hay un botón secreto. Es más que eso. Y luego vemos personas que ofrecen “inyecciones para el punto G” basadas en la idea de que se pueden estimular los nervios en esta zona, pero no se puede.
Ese estudio originalmente correcto fue traducido al público incorrectamente. Ya sea porque los hombres quieren creer que pueden volver locas a las mujeres con un solo toque, o por la creencia patriarcal de que el pene es la mejor manera para que las mujeres lleguen al orgasmo.
Las mujeres que tienen sexo con mujeres dicen: “¿Qué es esto? El pene no es en absoluto necesario para una gran experiencia sexual”. Hablando con personas que no tienen penes, llegamos a diferentes conclusiones.
2) ¿La comida que comemos influye en nuestra salud vaginal?
Comer es bueno para tu salud en general. Con una dieta sana y equilibrada, se tiene un cuerpo más saludable en general. Pero no se debe pensar en la comida como algo para partes específicas del cuerpo, no funciona así. No puedes cambiar el olor de la vagina.
El mito más grande es que el consumo de azúcar puede causar infecciones por hongos. Esta es una desinformación completa porque no se puede cambiar el nivel de azúcar de la vagina con alimentos. No es así como el azúcar llega a la vagina.
En algunos momentos del mes, la vagina puede tener incluso más azúcar que la que hay en la sangre. El azúcar en la vagina también alimenta a las bacterias que funcionan bien. Hay una completa falta total de información sobre todo el ecosistema de la vagina. Hay personas que piensan que comer yogurt o poner yogurt en la vagina puede curar la candidiasis. No es cierto, porque no tienes el tipo correcto de lactobacilos. Puedes comer yogurt, es genial, es una buena fuente de calcio, y las mujeres necesitan calcio en sus dietas, pero no ayudará a la vagina.
3) ¿Cómo debemos limpiar la vulva y la vagina?
Limpiar la vagina y limpiar la vulva son dos cosas diferentes. La vulva es la piel en el exterior, donde la ropa toca la piel [formada por los labios más grandes y más pequeños y el clítoris, entre otros órganos femeninos externos], y la vagina es el interior [el canal que conecta la vulva con el cuello uterino].
La vagina nunca necesita limpieza. Déjala en paz. No la toques, es como un horno que se limpia solo. Duchas, aerosoles y tejidos dentro de la vagina son dañinos. Nunca los uses. Estarías matando las bacterias y se puede dañar la capa protectora de moco que hay dentro. Las descargas de fluidos existen por protección. Las células que flotan en la vagina que forman parte de la descarga también forman parte de un mecanismo de protección, solo se van cuando tienen que hacerlo. Por lo tanto, se interrumpen todos estos mecanismos protectores naturales, las bacterias buenas, el moco e incluso se puede estar dañando las células y facilitando el ingreso de bacterias.
La vulva solo es piel, como en cualquier otro lugar. No está más sucia que otras partes. Cuando se limpia, su objetivo es eliminar el sebo, las secreciones de las glándulas sebáceas y las bacterias, si las hay. No necesita productos de limpieza agresivos.
Para muchas personas, el agua es suficiente. Pero para las personas que piensan que necesitan algo más, un producto de limpieza podría ser mejor. Estos utilizan enzimas y productos químicos para eliminar la suciedad y los desechos de la piel sin eliminar su manto ácido, una sustancia que protege nuestra piel. Es una capa de protección. Y cuando eliminamos esta capa, la piel se seca. Eso es lo que hace el jabón.
El jabón también puede aumentar el pH de tu piel. El pH de la vulva es de aproximadamente de 5,3, por lo que se debe usar un producto que tenga aproximadamente el mismo pH que la vulva, eso es lo más seguro. Solo uso un jabón facial porque son más baratos y muchos productos femeninos no han sido probados. Muchos tienen fragancia y uno no debe usar fragancias. Y no quiero apoyar a una empresa que también venda duchas.
4) ¿Los vellos protegen la vagina? ¿Deberíamos eliminarlos?
El vello púbico es normal. No es inusual tenerlo. Creemos que lo que hace es proporcionar una barrera mecánica a la piel al bloquear la suciedad y los escombros, y que probablemente también mantenga la piel húmeda en esa área, porque el contenido de humedad de la vulva es más alto que en el resto del cuerpo.
También puede desempeñar un papel en el placer sexual, porque cada folículo piloso está unido a un nervio, por eso duele cuando uno se afeita. Por lo tanto, mover el vello púbico puede aumentar las sensaciones de actividad sexual del cuerpo. Los riesgos directos de eliminarlo son las lesiones, lo que no es raro: vemos heridas, infecciones, vellos encarnados.
Algunos estudios sugieren que eliminar el vello púbico puede aumentar la posibilidad de transmitir o adquirir enfermedades virales de transmisión sexual, herpes y VPH. Cuando quitas un vello con una cuchilla, creas un microtrauma en la piel. Es por eso que ya no se afeita con cuchilla antes de la cirugía, ya que puede causar un micro trauma en la piel y aumentar las posibilidades de contraer infecciones durante la operación.
Pero las personas son adultas y deben tomar decisiones sobre sus propios cuerpos. La de eliminar el vello púbico es una decisión cosmética, no médica, y existen riesgos. Pero las personas tienen su propia forma de calcular riesgos y beneficios. Me tiño el pelo, puedo irritar el cuero cabelludo. Pero soy un adulto y puedo tomar una decisión adulta.
Lo que es dañino es cómo la sociedad impone la depilación a las niñas que comienzan a hacerlo cuando tienen 13 o 14 años sin experimentar una vida con vello púbico. Entonces no saben si sexualmente eso es mejor para ellas o no. Piensan que es anormal tener vello púbico y que deben eliminarlos. Y hay una diferencia entre eliminar el vello y saber que esta es una decisión cosmética.
Estoy a favor de que las personas hagan los cambios que desean en su cuerpo, pero deben estar bien informadas, conocer los hechos.
5) ¿La píldora engorda?
Esto ha sido ampliamente estudiado y no se ha encontrado una conexión. Los estudios fueron realizados por médicos teniendo en cuenta las preocupaciones de las mujeres. Un estudio que comparó a mujeres que usaban la píldora con otras que usaban DIU de cobre sin hormonas mostró que aumentaron de peso por igual.
Esto nos muestra que un cambio al modo anticonceptivo está asociado con una modificación de los patrones de alimentación, pero no hay relación con la píldora, no es algo hormonal.
Las siguientes preguntas fueron respondidas con información del libro de Gunter:
6) ¿Deberían las mujeres vacunarse contra el virus del papiloma humano (VPH)?
Sí. El VPH (un virus que infecta la piel y las membranas mucosas y puede causar verrugas o lesiones) es una causa de cáncer cervical y otros tipos de cáncer, por lo que la vacuna ayuda a prevenirlo. Idealmente, esta se administra entre las edades de 9 y 12 años.
“Las vacunas son altamente efectivas“, dice Gunter en el libro, “y muy seguras”. Se han administrado más de 200 millones de dosis en todo el mundo. Las enfermedades atribuidas a la vacuna “nunca han aparecido en estudios a largo plazo”.
“No significa que las niñas no tengan síntomas, significa que su condición médica no es el resultado de la vacuna”.
Gunter resta importancia a las preocupaciones sobre los rumores difundidos en internet respecto a la presunta presencia de mercurio en la vacuna (algunas vacunas contienen etilmercurio, que se ha demostrado que es seguro, pero la vacuna contra el VPH no contiene el compuesto) y aluminio: “Esto ha sido ampliamente estudiado hace casi 100 años y se sabe que la dosis en las vacunas es segura “.
7) ¿Cómo sabe una mujer si tiene una infección del tracto urinario?
Estos consejos se aplican a mujeres que tienen dos o tres infecciones urinarias al año. Las mujeres con cuatro o más episodios por año tienen las llamadas infecciones urinarias recurrentes, y la situación puede ser diferente.
Hay una buena probabilidad de infección del tracto urinario cuando hay una mayor frecuencia de visitas al baño, y ardor al orinar. Algunas mujeres experimentan dolor en la vejiga y sangre en la orina. No todas las mujeres tienen síntomas clásicos, por lo que el diagnóstico es difícil. El tratamiento es con antibióticos.
8) ¿Es normal sentir dolor durante el sexo?
Según “La biblia de la vagina”, el 30% de las mujeres sufren dolor durante la penetración vaginal. Es una afección médica: no es normal que el sexo duela. Muchas de las causas tienen tratamiento. No todas las afecciones tienen cura, pero casi siempre es posible disminuir el dolor.
Primero, una mujer que experimenta dolor durante el sexo debe informarle a su médico sobre las causas del dolor. Hay diez causas comunes de dolor durante las relaciones sexuales, y es posible sufrir más de una (bajo nivel de estrógenos, anticonceptivos hormonales, infección vaginal, espasmos musculares del piso pélvico, vestibulitis vulvar, cambios en la piel vulvar, cicatrices, endometriosis, inflamación en la vejiga y problemas mecánicos o técnicos).