A finales de 2017 el equipo que gestiona el fondo de inversión E.T.H.I.C.A. descubrió que una de las compañías que tenía en cartera desarrollaba en sus laboratorios una investigación que utilizaba células madre embrionarias.
Pese que la farmacéutica Merck es una empresa rentable y muy focalizada en la inversión socialmente responsable, a Allianz GI, una de las firmas de inversión más grandes del mundo y propietaria del fondo, no le quedó otro remedio que retirar su capital y buscar otras oportunidades en el mercado.
Sus clientes, quienes entregan a Allianz su dinero para invertir y obtener rentabilidad, han encargado a los administradores que solo elijan para su cartera compañías que cumplan con la doctrina social de la Iglesia católica.
Ese documento, elaborado por el Consejo Pontificio Justicia y Paz, aglutina “los principios de reflexión, los criterios de juicios y las directrices de acción como base para promover un humanismo integral y solidario”.
Y el uso de células madre o embriones va en contra de una de las creencias católicas más profundas.
“Además de respetar los principios fundamentales de los derechos humanos, las empresas [en las que invertimos] no deben participar en prácticas relacionadas con el aborto, los anticonceptivos que evitan la fecundación o la investigación con células madre embrionarias”, explica a la BBC Christine Clet-Messadi, administradora de carteras de E.T.H.I.C.A.
Ella es la responsable de gestionar más de US$88 millones aportados por inversores.
La filosofía de inversión de este fondo es la de conseguir un equilibrio entre rentabilidad y la ética. Deben, pues, elegir empresas que crecen, pero que además de ser rentables se rijan por unos valores determinados.
Esto hace que aproximadamente el 60% de las empresas europeas que cotizan en bolsa no sean admisibles para el fondo.
Las apuestas, la pornografía, las armas o el tabaco son sectores que por su naturaleza quedan fuera del proceso de elección de Clet-Messadi y de su equipo que además de esta lista ponen en cuarentena al alcohol.
Esto deja fuera a empresas que fabrican bombas de racimo o minas terrestres, pero también a quienes obtienen más de un 5% de sus ingresos de negocios de entretenimiento para adultos.
Pero ¿cuáles son esos principios?
Las normas éticas, representadas por seis convicciones, que se tienen en cuenta para evaluar y calificar los perfiles éticos de las empresas son claras y están muy delimitadas.
Es la Conferencia Episcopal de Francia la que participa en un comité regular que vela por la buena aplicación de los principios.
El primero de ellos hace referencia a los derechos humanos, el respeto a la vida y la promoción de la paz, mientras que el segundo está ligado al respeto a los derechos laborales fundamentales.
Los dos primeros principios son de exclusión< es decir, están encaminados a excluir las peores prácticas éticas así como actividades controvertidas concretas.
El objetivo es evitar prácticas éticas riesgosas, pero también recompensar los mejores comportamientos.
El tercer principio en el que se fija Clet-Messadi para cumplir con el compromiso que tiene con sus inversores es buscar empresas que hagan un esfuerzo por incluir en su plantilla personas con discapacidad o en una situación desfavorecida.
También compañías que tengan programas que actúen en beneficio de la comunidad.
El filtro del fondo mira entonces a las multinacionales europeas relacionadas con el desarrollo sostenible, la transición climática o la protección del consumidor.
La corrupción es también un foco de profundo escrutinio para el equipo de Allianz GI.
El fondo se lanzó en 2008 a iniciativa de la Conferencia Episcopal de Francia, para ofrecer a las diócesis la posibilidad de seguir los principios de la Iglesia a la hora de invertir sus activos y desde entonces ha estado reservado a las instituciones religiosas.
Solo recientemente se ha abierto a “todos aquellos inversores alineados con la doctrina de la Iglesia católica”.
“Estamos invertidos en compañías que presentan las mejores prácticas éticas en sus respectivas industrias, como Danone o SAP“.
“También en negocios que muestran grandes esfuerzos para mejorar su perfil ético como Iberdrola o Air Liquide”, añade Clet-Messadi.
Entre las principales 10 posiciones del fondo se encuentran Total, Unilever, SAP, Siemens, Axa, Iberdrola, BNP Paribas, Schneider electric, Enel y Air Liquide.
Estas compañías suman casi el 40% de la cartera, según datos de Bloomberg,