El gobierno de Estados Unidos anunció este jueves una serie de medidas para restringir la llegada de mujeres embarazadas con visa de turista al país, en un esfuerzo por controlar el llamado "turismo de maternidad".
Dado que en EE.UU. la ciudadanía se obtiene por naturalización o nacimiento, muchas mujeres deciden viajar a ese país durante su embarazo para dar a luz allí, según afirman las autoridades.
El Departamento de Estado reveló que las regulaciones, que entrarán en vigor este viernes, llevarán a que los consulados rechacen las solicitudes de visa de individuos cuyo “propósito principal” es dar a luz en ese país para que el bebé obtenga la ciudadanía estadounidense.
“La norma aborda las preocupaciones sobre los riesgos que conlleva esta actividad para la seguridad nacional y para la aplicación de la ley, incluida la actividad criminal asociada con la industria del turismo de maternidad, como se refleja en los enjuiciamientos federales de personas y entidades involucradas en esa industria”, indicó el comunicado.
El texto no deja claro en qué forma los oficiales consulares o de inmigración determinarán si las personas que buscan viajar a Estados Unidos están embarazadas o tienen el propósito de dar a luz allí.
Hace días una aerolínea asiática tuvo que disculparse luego de exigir a una mujer que tomara una prueba de embarazo para permitirle embarcar a Saipan, en las Islas Marianas, uno de los territorios estadounidenses de ultramar que se ha convertido en un destino de turismo de maternidad.
No hay cifras oficiales sobre el número de personas que viajan a EE.UU. a dar a luz, aunque el Departamento de Estado citó informes de embajadas y consulados que, según consideró, prueban que es una “tendencia en aumento”.
El Centro de Estudios de Inmigración, un grupo conservador que aboga por leyes de inmigración más estrictas, estimó el año pasado que más de 33.000 mujeres entraron al país de forma temporal para dar a luz entre la segunda mitad de 2016 y la primera mitad de 2017.
Desde sus inicios, el gobierno de Trump ha tratado de limitar la inmigración a Estados Unidos y el propio mandatario ha sido particularmente crítico con la ciudadanía por derecho de nacimiento.
La Decimocuarta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos garantiza la ciudadanía a “todas las personas nacidas o naturalizadas” en ese país.