San Miguel Petapa es una ciudad de Guatemala que de un día al otro ingresó en estado de emergencia por los contagios detectados por coronavirus.
El 23 de mayo, el Ministerio de Salud del país centroamericano informó que 201 personas de esa población contrajeron la enfermedad en una fábrica maquiladora.
La autoridad llegó a decir, según el diario guatemalteco Prensa Libre, que una sola persona fue el principio del nexo epidemiológico, aunque después esa versión fue cuestionada por expertos y el personal de la misma factoría.
Los primeros contagios confirmados fueron detectados unos días antes y, desde ese momento, comenzaron a tomarse medidas de contención hasta que se declaró el estado de emergencia en la ciudad de 125.000 habitantes.
Primero fueron 24 casos, pero en menos de cinco días se confirmaron que dos centenares de personas habían contraído el virus.
La maquiladora donde se produjo el brote es un centro de producción textil en el que trabajan alrededor de 900 personas.
“Se detectó a un paciente positivo y su nexo epidemiológico, sin embargo, por mandato presidencial, el Ministerio de Salud es el único que puede detallar, proporcionar datos y otros aspectos de pacientes positivos de covid-19″, señaló el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social.
Mientras tanto, el alcalde de la ciudad, Mynor Morales, afirmó que lo sucedido en la fábrica representa una “alarma impresionante“.
“Estamos pidiendo de emergencia a todas las instituciones que nos atiendan y ayuden”, señaló la autoridad municipal.
Ante la multiplicación vertiginosa de los contagios, los gobiernos locales optaron por reforzar las medidas de contención y distanciamiento social.
Después del brote, las autoridades guatemaltecas aseguraron que se aplicaron pruebas de coronavirus a todos los trabajadores de la maquiladora.
Ante lo sucedido, el alcalde de San Miguel Petapa anunció que la fábrica permanecerá cerrada.
K.P. Textil Guatemala paró sus actividades en la segunda semana de mayo y se disponía a retomar funciones este 27 de mayo, sin embargo el brote detectado lo impidió.
Voceros de la fábrica cuestionaron la versión de que uno de sus trabajadores provocó la avalancha de contagios.
La empresa, además, aseguró que mientras estuvo operando se siguieron “todos los protocolos de seguridad”.
En una conversación con medios guatemaltecos, el jefe del área textil, Juan Reyes, indicó que se solo la parte administrativa se mantuvo en funciones, mientras que a los obreros dejaron de ir a la planta.
“La dueña de la fábrica nos informó que si salía algún caso positivo iba a cerrar inmediatamente, entonces nosotros, al enterarnos que se dio el primero, se mandó a todo el personal a su casa”, indicó el representante de K.P. Textil Guatemala.
La compañía sostiene que es muy difícil de verificar que el brote de contagios haya iniciado con una sola persona de la fábrica.
Guatemala superó los 4.000 contagios confirmados el 28 de mayo y es uno de los países de Latinoamérica con menor cantidad de personas afectadas por la covid-19.
Mientras tanto, José Ortiz, epidemiólogo y administrador del observatorio de coronavirus de Guatemala, señala que es poco creíble que una persona infectara a 200 y que el Ministerio de Salud debe hacer una investigación epidemiológica para determinar dónde se contagiaron.
“Es difícil. Ahí lo que ocurrió es que ya llegaron contagiados varios de distintos lugares. Es lo más traducible que una persona infecte a 200, nuestro sistema de vigilancia no llega a tanto. Esos 200 trabajadores que dieron positivo hay que averiguar de dónde vienen, es muy probable que se infectaran en sus hogares o en el camino. La persona de la maquila pudo haber infectado gente, pero no a 200”, señaló el experto a Prensa Libre.
Ortiz sostiene que el caso de los 201 contagiados debe ser llevado a una investigación epidemiológica de cada paciente para establecer con quiénes tuvieron contacto.