Las tropas rusas continúan su paso por el territorio ucraniano, a pesar de los llamados a la paz de la comunidad internacional.
Las fuerzas rusas intensificaron sus ataques sobre importantes ciudades de Ucrania a las que mantienen bajo presión desde hace varios días en el marco de la invasión ordenada por el presidente Vladimir Putin el pasado 24 de febrero.
Según Naciones Unidas, un millón de personas han huido de Ucrania en esta semana de conflicto.
Un funcionario del organismo internacional pidió que “callen las armas” para que la ayuda humanitaria pueda entrar en el país para todas las personas que siguen dentro de sus fronteras.
Luego de varios días de asedio, tropas rusas lograron este miércoles tomar el control de la ciudad de Jersón, de 300.000 habitantes y ubicada en el sur del país.
Se trata de la primera ciudad ucraniana importante en ser controlada por Moscú en esta ofensiva.
La información fue anunciada inicialmente por el Ministerio de Defensa ruso y luego fue confirmada por el alcalde de la ciudad, Igor Kolykhaev, en un mensaje publicado en su cuenta de Facebook.
Kolykhaev dijo que las tropas rusas tienen el control de la ciudad y que en esta no hay en estos momentos soldados ucranianos, pese a lo cual en Jersón sigue ondeando la bandera de Ucrania.
“Yo no les hice ninguna promesa. No tengo nada que prometerles. Estoy interesado en el funcionamiento normal de nuestra ciudad. Les pedí que no le dispararan a la gente y [les dije] que no tenemos fuerzas ucranianas aquí, solamente civiles”, escribió el alcalde, según informó el servicio ucraniano de la BBC.
Kolykhaev afirmó que los rusos impusieron una serie de condiciones para mantener izada la bandera ucraniana, entre las cuales destacan:
El alcalde destacó que no considera como “negociaciones formales” lo que habló con los rusos.
Jersón tiene una ubicación estratégica en el río Dniéper que atraviesa Ucrania de norte a sur y cuenta con un puerto con acceso al mar Negro.
El control sobre Jersón le puede permitir a Moscú “comenzar a estrangular la logística de los ucranianos”, según ha adevrtido Jack Watling, experto del Instituto Real de Servicios Unidos para Estudios de Defensa y Seguridad en Londres.
En el noreste del país, este miércoles prosiguieron los bombardeos sobre la sitiada ciudad de Járkiv, la segunda más grande del país.
De acuerdo con el alcalde de esa localidad, Ihor Terekhov, los ataques rusos han causado numerosas víctimas entre la población civil.
El funcionario le dijo a la BBC que proyectiles y misiles de crucero golpeaban constantemente las áreas residenciales. Por su parte, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) dice que uno de sus monitores murió durante el bombardeo de Járkiv.
Rusia lanzó además un asalto aéreo sobre esa localidad y paracaidistas rusos descendieron sobre ella el miércoles.
Misiles rusos han impactado edificios de la policía, así también como del Servicio de Seguridad de Ucrania y la Universidad Nacional Karazin. Imágenes desde Járkiv muestran a bomberos luchando contra los fuegos en el edificio universitario y la estación policial tras el impacto.
El alcalde dijo que la ciudad está “parcialmente rodeada” por el ejército ruso, al que militares ucranianos repelen “heroicamente”.
Un teatro de ópera, una sala de conciertos y oficinas gubernamentales fueron alcanzados en la Plaza de la Libertad de Járkiv.
Ubicada en el sureste de Ucrania, la ciudad portuaria de Mariupol estuvo sometida este miércoles a más de 15 horas continuas de bombardeo por parte de las fuerzas rusas, según le dijo a la BBC el vicealcalde Serhiy Orlov, quien afirmó que la ciudad está “cerca de sufrir una catástrofe humanitaria”.
“El ejército ruso está trabajando con todas sus armas aquí: artillería, sistemas de lanzamiento de cohetes múltiples, aviones, cohetes tácticos. Están tratando de destruir la ciudad”, dijo Orlov.
Indicó que las fuerzas rusas están a varios kilómetros de la ciudad por todos lados y que lanzaron ataques en infraestructura clave, cortando el suministro de agua y energía a partes de la ciudad.
Aseguró que un distrito residencial densamente poblado en la margen izquierda de la ciudad fue “casi totalmente destruido”.
“No podemos contar el número de víctimas allí, pero creemos que al menos cientos de personas están muertas. No podemos entrar a recuperar los cuerpos. Mi padre vive allí, no puedo localizarlo, no sé si está vivo o muerto”, apuntó.
Mariupol es un objetivo estratégico clave para Rusia porque apoderarse de esta ciudad permitiría que las fuerzas separatistas respaldadas por Rusia en el este de Ucrania unan fuerzas con las tropas rusas en Crimea, la península del sur anexada por Rusia en 2014.
El ejército de Ucrania ha resistido a las fuerzas rusas hasta ahora en partes clave del país, pero el aumento de los bombardeos aéreos de las ciudades ha suscitado temores de que Rusia esté cambiando de táctica.
“El ejército ucraniano es muy valiente y seguirá defendiendo la ciudad, pero el estilo del ejército ruso es como el de los piratas: no luchan con sus tropas, simplemente destruyen distritos enteros”, dijo Orlov.
Más de 2.000 civiles han muerto desde el comienzo de la invasión de Rusia en Ucrania, según informaron autoridades ucranianas este miércoles.
La cifra fue dada por la embajada ucraniana en Turquía, citando al Servicio de Estado de Emergencia de Ucrania.
Moscú, por su parte, ofreció por primera vez sus cifras de bajas: 498 soldados rusos muertos y más de 1.597 heridos desde el inicio de su operación contra Ucrania, según el Ministerio de Defensa.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, ha acusado a Rusia de cometer crímenes de guerra.
La Corte Penal Internacional (CPI) indagará ahora sobre esa posibilidad.
Este miércoles, el fiscal de la CPI, Karim Khan, informó que, en un “examen preliminar” de la situación en Ucrania, su oficina “ya ha encontrado una base razonable para creer que delitos dentro de la jurisdicción de la corte se han cometido y ha identificado casos potenciales que podrían ser admisibles”.
Khan había anunciado el lunes que planeaba buscar autorización de la presidencia de la CPI para abrir una investigación, pero tras una solicitud hecha por Reino Unido y otros 38 países ahora puede iniciar la investigación de forma inmediata.
En un proceso judicial aparte, la Corte Internacional de Justicia, también con sede en La Haya, fijó para los días 7 y 8 de marzo las audiencias de un juicio por una denuncia interpuesta por el gobierno de Ucrania en contra de Rusia.
Con esta demanda, introducida el pasado domingo, Kiev quiere que Moscú rinda cuentas por justificar su acción militar sobre la base de acusaciones no fundamentadas de un supuesto genocidio en Ucrania.
En tanto, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó por 141 votos a favor, 35 abstenciones y 5 votos en contra una resolución que condena a Rusia por su agresión a Ucrania y demanda la retirada incondicional de tropas.
Pese a haber recibido un apoyo tan amplio, el texto no tiene carácter vinculante.
Los cinco países que votaron en contra fueron: Rusia, Bielorrusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea.
Además, entre las abstenciones figuraron las de cuatro países de América Latina: Bolivia, Cuba, El Salvador y Nicaragua.
Doce países no participaron en la votación, entre ellos Venezuela, cuyo presidente, Nicolás Maduro, ha respaldado a Rusia en su operación contra Ucrania.