Por qué falló el arma con la que Sabag Montiel intentó matar a Cristina Fernández
Especialistas de la Policía Federal reconstruyeron el número de serie de la pistola Bersa calibre 32 incautada y estableció cómo llegó a manos del agresor de la vicepresidenta de Argentina.
Los resultados del peritaje ordenado por la Justicia Federal de Argentina a la pistola Bersa calibre .32 con la que Fernando Sabag Montiel, alias “Tedi”, intentó matar a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner ya son parte del expediente. El estudio resuelve dos misterios clave en el caso.
El primero es por qué el arma falló. “Tedi” gatilló en la cara de la expresidenta, pero no salió ninguna bala y el peritaje hecho por la división Balística y por el Laboratorio Químico determinó que el arma, un modelo que databa de casi 40 años, era apta para el disparo y que ya había sido accionada en algún momento. También estableció que las cinco municiones en su cargador eran reales y tenían capacidad para matar.
Además, los peritos confirmaron que el arma funcionaba perfectamente. “Se probaron 50 disparos. Todos salieron bien. Hasta se probó con los cartuchos que tenía en el cargador”, reveló a Infobae un investigador del caso; sin embargo, como ya se indicó, en el momento del ataque en la pistola no había una bala en la recámara.
¿Por qué no salió el disparo? La respuesta es simple: la Policía Federal determinó que “Tedi” no accionó la corredera de manera manual, o no quiso hacerlo, entonces, ninguna bala se montó en la recámara. Sabag Montiel podría haber explicado esto en su indagatoria, pero se negó a declarar ante la jueza María Eugenia Capuchetti.
Luego, faltaba saber si la pistola tenía un dueño original, de dónde venía. Se determinó que, precisamente, venía de Villa del Parque, el viejo barrio de “Tedi”, donde vivió durante años con sus padres en la calle Terrada, con un origen curioso.
Mario, un joven que se presentó como amigo del acusado, aseguró en diversas entrevistas que Sabag Montiel le había pedido que lo acompañara “a la villa” para comprar “un fierro” para dirimir un conflicto con “unos peruanos”. Esa, al final, no fue la ruta.
El arma, efectivamente, había tenido un titular. Era César Bruno Herrera, un vecino de más de 50 años de edad, que vivía a pocas cuadras de la vieja casa de “Tedi”, sobre la calle Condarco. El último trámite del arma fue su transferencia en 2002.
Al saber esto, la Policía Federal envió un patrullero a la casa en Condarco, donde los efectivos se encontraron con un hermano de Herrera, que les relató de su fallecimiento. Archivos consultados por Infobae revelan que Herrera estaba registrado en el rubro de taxis de la AFIP, el mismo en el que estaba registrado Sabag Montiel, y que había sido empleado de una conocida empresa de transporte de personas.
Que el vecino le haya regalado el arma -que no tenía pedido de secuestro en sistema alguno- es una posibilidad, lo mismo que “Tedi” la haya robado.
Mientras tanto, Sabag Montiel sigue preso y el expediente avanza, con más de 10 cuerpos de extensión. Por estas horas permanece alojado en una celda de la dependencia de la PFA ubicada sobre la calle Cavia, en el barrio de Palermo.
Error en peritaje
La investigación judicial del ataque a la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, se topó con un inconveniente este domingo, luego de que por “error” se reiniciara el teléfono móvil del principal acusado del ataque durante un peritaje policial y podría perderse como evidencia.
Los peritos informáticos encargados de desbloquear el celular para acceder a su contenido habrían generado que el aparato se reiniciara y volviera a “estado de fábrica”, según trascendió en la prensa local.
Esto significa que tanto la información como contenido del dispositivo podrían eliminarse y por ende, no servirían como evidencia dentro del juicio.
“Es gravísima la responsabilidad de la jueza, el fiscal y los que manipularon el celular del imputado”, escribió en sus redes sociales, el abogado de la vicepresidenta, Gregorio Dalbón.
“De confirmarse la información de algunos periodistas, iniciaremos otra causa contra todos los responsables de tremendo ‘error’ judicial, y/o posible encubrimiento agravado”, aseguró.
Dalbón se encontraba analizando la posibilidad de calificar el atentado como un intento de feminicidio y ampliar la investigación para buscar cómplices, algo que sería posible a través del análisis de dispositivos electrónicos.