La empresa de la manzana ha desvelado sus primeras computadoras Mac con chips de diseño propio.
Se abre una nueva etapa en Apple y en la industria computacional.
La empresa de la manzana ha desvelado sus primeras computadoras Mac con chips de diseño propio.
En junio, la compañía anunció que comenzaría el proceso para dejar atrás los procesadores Intel que llevaba usando desde 2006.
Apple dijo que entre las ventajas de usar el chip M1, desarrollado por la propia empresa, está la disponibilidad de una batería con mayor vida útil, la capacidad de las computadoras de reactivarse de forma instantánea de su modo de suspensión (sleep mode) y de ejecutar aplicaciones del sistema iOS.
La compañía, además, añadió que había optimizado todas sus aplicaciones propias para Mac, pero ahora necesita convencer a otros desarrolladores para que hagan lo propio.
Las nuevas computadoras que incluyen el nuevo Apple M1 son:
La página web de Apple indica que este será el único tipo de MacBook Air que venderá a partir de ahora, pero continuará ofreciendo las otras dos máquinas con chips de Intel.
La famosa firma no desveló nuevas versiones de computadoras iMac o Mac Pro, lo que sugiere que Apple podría estar esperando a versiones más avanzadas del chip, con mayor memoria y mayor capacidad de procesamiento de gráficos para utilizarlos en éstos.
Los nuevos Mac saldrán a la venta la semana que viene. Tendrán incorporados el sistema operativo MacOS Big Sur, que será puesto a disposición de los Mac con tecnología de Intel este jueves.
Apple aseguró que el M1 puede ofrecer el máximo rendimiento de los chips “más recientes de otras computadoras portátiles” pero con un consumo menor, solo utilizando un cuarto de energía; u ofrecer el doble de rendimiento de la CPU.
Pero una desventaja es que los Mac ahora solo vienen con un máximo de 16 gigabytes de memoria RAM.
Eso es la mitad de la memoria RAM que ofrece el MacBook Pro basado en tecnología Intel y un cuarto del equivalente al que llega el Mini. Los programas de edición de video y los videojuegos están entre las aplicaciones que habitualmente se benefician de disponer de mayor memoria.
A veces se hace referencia a que los chips de Apple están basados en arquitectura ARM porque licencia el conjunto de instrucciones -que determinan cómo los procesadores gestionan los comandos- de la empresa británica ARM.
Pero el núcleo del procesador central es diseñado por la famosa empresa de la manzana mordida.
Una ventaja es que Apple tiene el control sobre qué aceleradores incluir, es decir, secciones especiales que se especializan en la gestión de determinadas tareas, como criptografía o aprendizaje automático.
También le permite integrar memoria y otras funcionalidades en un mismo paquete, en lugar de usar otros chips especializados, lo que mejoraría el rendimiento.
“La transición a Apple Silicon -el nuevo procesador- permite a Apple conseguir el mismo nivel de integración que hemos visto con iOS y iPadOS, donde el usuario tiene el beneficio de tener un sistema operativo y un ecosistema de aplicaciones que están optimizadas para el Silicon”, explica Carolina Milanesi, de la consultora Creative Strategies.
Otra de las ventajas es que las aplicaciones de iPhone y iPad pueden ser ejecutadas en el procesador, a pesar de que pueden necesitar un rediseño de la interfaz del usuario para funcionar sin una pantalla táctil.
La desventaja es que las aplicaciones que ya existen, diseñadas para procesadores Intel, necesitarán ser ejecutadas por emulación.
Apple sugiere que su emulador Rosetta 2 será capaz de traducir éstas sobre la marcha sin ningún problema, pero la rapidez de funcionamiento del software dependerá de si los desarrolladores se toman el tiempo de actualizar sus productos para que funcionen en modo nativo.
Pese a las recientes tensiones con la comunidad de desarrolladores, hay expertos que predicen que la mayoría de las apps de consumo serán adaptadas pronto, pero advierten que la situación puede ser muy distinta para algunos programas especializados.
“Apple es uno de los cinco mejores actores en el mercado de las computadoras, pero se enfrenta a un problema en el mercado para empresas, porque ahí su participación es solo de un 5%”, señala Annette Jump de Gartner.
“Y podría tenerlo mucho más difícil para convencer a los fabricantes de software centrados en ese sector para empezar a desarrollar sus productos para los nuevos Mac”.
Apple ha dicho que Adobe presentaría una versión nativa de Photoshop el año que viene, y que el Grupo Omni también lanzaría versiones universales de su software de productividad.
Pero no hubo ninguna mención a las apps de Microsoft Office o a una posible manera de ejecutar Windows 10 en modo nativo.
Microsoft también ha trabajado mucho para conseguir que Windows funcione con los chips de Qualcomm basados en ARM, que también fueron diseñados originalmente para teléfonos móviles.
Lanzó uno de estos dispositivos, el Surface Pro X, a principios de este año, aprovechando el procesador de bajo consumo para producir su modelo “más delgado” hasta la fecha.
Pero por ahora, la mayor parte de las ventas de computadoras de Windows siguen supeditadas a la tecnología de Intel, pese a que se especula que los nuevos Mac podrían tener efectos colaterales en la industria.
“Las medidas de Apple ayudarán a validar los chips basados en ARM para computación personal e incluso como centros de datos, lo que significará que todo el ecosistema ARM saldrá beneficiado”, considera Ben Wood de CCS Insight.
“Eso, más que la pérdida de negocio de los Mac, es la preocupación a largo plazo de Intel”.