¿Pero cómo determinar el peso en el mar de un ser que puede alcanzar más de 100 toneladas?
“Con anterioridad a este modelo la única manera de obtener datos sobre la masa corporal de las ballenas era a partir de especímenes muertos“, señaló a BBC Mundo la médica veterinaria Marcela Uhart, codirectora del Programa de Monitoreo Sanitario Ballena Franca Austral en Argentina.
Uhart, quien también es directora del Programa Latinoamericano del Instituto One Health de la Universidad de California en Davis, integra el equipo internacional de científicos que creó una técnica innovadora para pesar ballenas.
“La ventaja es que con este método puedes registrar el peso de ballenas vivas en su medio natural”, explicó a BBC Mundo Fredrik Christiansen, profesor del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Aarhus en Dinamarca y autor principal del estudio que explica la nueva técnica.
“El método también te permite medir a los mismos animales individuales a lo largo del tiempo, para registrar sus variaciones en masa corporal, por ejemplo durante el crecimiento de las crías”.
“El nuevo método consiste en el uso de drones para obtener fotografías que permiten medir con gran precisión el largo, ancho y alto del cuerpo de las ballenas francas”, explicó Uhart.
Esas primeras mediciones permiten componer un modelo digital para calcular el volumen.
“Luego usas el modelo para predecir el volumen corporal de animales capturados en el pasado, que fueron pesados, y eso te permite calcular la densidad, es decir, el factor de conversión volumen a masa”, agregó Christiansen.
“Una vez que tienes eso, puedes calcular la masa de las ballenas vivas”.
Uhart señaló que aunque el nuevo método produce estimaciones de masa corporal de un alto nivel de precisión, también presenta algunas limitaciones.
En el estudio los científicos asumieron una densidad corporal constante, pero “la proporción de los diferentes tejidos corporales (grasa, músculo, etc.) cambia estacionalmente a medida que las ballenas depositan grasa o pierden su condición corporal mientras ayunan, por ejemplo”.
“En este estudio, tomamos fotos aéreas de 86 ballenas francas australes vivas en las costas de Península Valdés, Argentina”, señaló Uhart.
La elección de las ballenas francas de Argentina fue en parte por practicidad.
“Las aguas transparentes de la Península Valdés y el gran número de ballenas que se reúnen allí cada invierno para reproducirse la convierten en un lugar ideal para recopilar imágenes de alta calidad tanto de la cara dorsal como lateral de las ballenas”.
“Según el modelo que desarrollamos, el peso obtenido para las ballenas medidas en Argentina (que incluyeron desde crías recién nacidas hasta juveniles, hembras gestantes y otros animales adultos), osciló entre los 1.092 y 41.928 kg (un poco más de 1 a cerca de 42 toneladas)”.
El nuevo método permite “estimar las necesidades energéticas diarias de las ballenas y calcular cuánto krill y zooplancton necesitan consumir“, explicó Uhart.
“En un escenario de cambios globales afectando la disponibilidad de alimento en los océanos, estas estimaciones pueden ser centrales para la conservación de las ballenas”, agregó la investigadora.
Christiansen explicó por qué es tan importante estimar las necesidades energéticas en el caso de las ballenas.
“Migran cada año desde regiones polares en las que se alimentan en el verano, a áreas tropicales de más temperatura donde se reproducen en invierno”.
“Durante la época en que migran y se reproducen no se alimentan, dependen de sus reservas de grasa para sobrevivir y reproducirse, dando a luz y alimentando sus crías durante los primeros tres o cuatro meses de vida”.
Conocer el peso de ballenas vivas también aporta información sobre cómo los factores de estrés crónico (como enmalles en redes de pesca) estarían afectando su supervivencia y fecundidad o capacidad reproductiva.
“Los enmalles son un problema gravísimo para las ballenas francas del Atlántico Norte, hoy en serio riesgo de extinción”, advirtió Uhart.
Otra aplicación práctica, de acuerdo a la científica, es que el método permite estimar con precisión la dosis de tranquilizantes o antibióticos para el tratamiento de ballenas enmalladas en redes de pesca o en notable mal estado de salud.
Los científicos esperan aplicar el nuevo método para estudiar la salud y conservación de las ballenas de Península Valdés.
“Por ejemplo, ya estamos usando el modelo para evaluar los impactos del acoso de gaviotas cocineras (que se alimentan de la piel y grasa de las ballenas vivas), sobre la salud y supervivencia de las crías de ballena franca austral”, explicó Uhart.
“Si las crías con mayor número y tamaño de lesiones causadas por gaviotas son las de menor peso y crecimiento a lo largo de la temporada, tendremos indicios de que efectivamente el parasitismo de las gaviotas impacta negativamente sobre su salud y capacidad de supervivencia”.
“El uso de drones para estimar el peso y condición corporal de las ballenas, así como para monitorear individualmente a las crías mientras crecen al lado de sus madres, ha sido un gran avance en nuestra investigación”.
Christiansen también quiere usar este método con otras especies, como ballena jorobada, ballena gris y rorcual común, para determinar si hay una diferencia de densidad corporal entre especies.
“También quiero usar la información de las ballenas francas para predecir sus requerimientos energéticos diarios y cuánta energía necesita una cría para crecer”.
“Una vez que sepamos eso, quiero predecir la menor masa crítica necesaria para que las ballenas se reproduzcan y las crías logren sobrevivir”, indica.
Haz clic para ver el estudio sobre el nuevo método para pesar ballenas.