Lucy Lintott siempre soñó con tener hijos, pero cuando le diagnosticaron la enfermedad de la motoneurona (EMN) con solo 19 años, los médicos le dijeron que nunca podría tener una familia.
La mayoría de las personas que sufren esa enfermedad no sobreviven más allá de los tres años siguientes al diagnóstico, pero ocho años después, Lucy tiene dos hijos pequeños y planea casarse con su pareja, Tommy, a finales de este mes.
Se cree que es la segunda persona en el mundo con EMN en dar a luz dos veces.
La EMN es una enfermedad terminal que progresa rápidamente y que impide que los mensajes del cerebro lleguen a los músculos.
La enfermedad hace que gradualmente movimientos como agarrar, caminar, hablar y tragar sean extremadamente difíciles y finalmente imposibles.
Lucy, quien se crio en la ciudad de Garmouth, en el noreste de Escocia, fue diagnosticada con esta condición a fines de 2013.
Fue la persona más joven en ser diagnosticada en Escocia con esta enfermedad, que normalmente afecta a las personas de más de 40 años.
Tres años después, con 22, Lucy le dijo a la BBC que sentía como si se estuviera quedando “lentamente paralizada” y que su preocupación era ir perdiendo poco a poco su “personalidad divertida”.
La enfermedad hizo que necesitara utilizar una silla de ruedas, ya que le resultaba imposible caminar sin ayuda. Su capacidad de hablar también se vio afectada.
Lucy grabó su voz para que pudiera usarse en caso de perder completamente el habla y comenzó a recaudar fondos para que se investigue su condición.
Pero como comentó en un nuevo documental de la BBC (“Ser mamá con EMN”), el futuro la aterraba.
A pesar de que necesitaba cuidadores profesionales para ayudarla con la mayoría de las tareas, Lucy estaba decidida a mudarse de la casa de sus padres a su propio apartamento en Elgin, una ciudad no muy lejos de donde vive su familia.
“Eso realmente cambió muchas cosas”, dice. “Empecé a ser independiente, así que podía invitar a un chico sin que mi mamá me hiciera pasar vergüenza”.
En 2018, Lucy se reconectó con su antiguo amigo de la escuela Tommy Smith, con quien compartía la clase de estudios modernos.
Tommy cuenta que él era muy tímido, pero que Lucy era muy extrovertida y que su risa se podía escuchar desde tres clases más lejos.
Él dice que no pudo resisitirse a su sonrisa radiante y a sus ojos enormes. A Lucy le atraían sus camisetas y pantalonese aujstados.
Los amigos se convirtieron en pareja.
“Yo no tenía que protegerme a mí misma”, dice Luy. “Él sabía en qué se estaba metiendo. Él tuvo que lidiar con gente que le decía que yo tenía EMN”.
Tommy le propuso matrimonio en 2019 y, en septiembre del año pasado, la pareja anunció que Lucy estaba embarazada.
Su padre, Robert, dice que temían por la salud de Lucy, así como por la del bebé. El riesgo para Lucy era grande porque no se sabía cómo sus músculos irían a reaccionar.
“Pero la recompensa de ser padres superaba los riesgos”, explica Lucy.
El 13 de febrero de 2020, Lucy dio a luz a un niño, a quien en público llaman LJ.
Tommy dice que Lucy asumió el rol de madre con gran facilidad, aunque tenía que trabajar de cerca con un equipo de asistentes para cuidar a LJ.
“Trabajar con cuidadores consiste en que yo les explique y les describa cómo quiero que se hagan las cosas”, dice Lucy.
“Básicamente, ellos son como mis brazos“.
“Aunque usa a otra persona para atenderlos, es ella quien da las instrucciones”, agrega Tommy.
“Muchos le decían ‘no puedes hacer esto’. Lucy está haciendo un trabajo fantástico. Hace un trabajo mucho mejor que el mío”.
Poco después de que naciera LJ llegó la pandemia. Lucy tuvo que resguardarse y la pareja pospuso la boda.
En el peor momento de la pandemia tuvo que mudarse a la casa de sus padres para proteger su salud y continuar recibiendo los cuidados que necesitaba.
Y, en mayo del año pasado, Lucy y Tommy anunciaron que estaban esperando una niña.
La madre de Lucy, Lydia, cuenta que su hija siempre quiso tener hijos, y que fue hermoso cuando llegó LJ.
“Pero cuando anunciaron que iban a tener otro, pensamos: ‘¡Oh, mi Dios, qué has hecho!”, recuerda Lydia.
La niña, llamada AR, nació justo después de Navidad.
“El parto fue muy duro y aterrador, pero las dos estamos bien y eso es lo más importante”, asegura Lucy.
“Ella es definitivamente la última. No creo que mi cuerpo pueda tolerarlo de nuevo”.
Lucy cuenta que depende en gran medida de sus cuidadores para que la ayuden con sus niños, pero dice que está constantemente involucrada en sus vidas y ellos saben que es su madre.
“Estoy orgullosa de que la maternidad se me dio bastante fácil pese a ser discapacitada”, señala.
“Si pudiese hacerlo todo físicamente, lo haría. No disfruto mirando a otra gente con mis niños”.
Lucy tiene planeado casarse finalmente con Tommy este mes y luego quiere pasar la mayor cantidad de tiempo posible con su familia.
“No soy materialista”, dice. “A mí lo que más me interesa es mi familia y pasar tiempo con la gente que amo, porque no sé cuánto tiempo me queda por delante”.
“Estoy muy agradecida. Sé que soy una de las muy pocas personas con EMN que pudo tener un hijo, menos aun dos. No doy nada por sentado”.