El agujero en la capa de ozono registró su menor tamaño desde que fue descubierto en 1985, según informó la NASA.
¿Cómo llegaron allí?
Es lo que se preguntaron perplejos los conservacionistas que llegaron a la isla de Mullion.
Nadie vive en esas dos hectáreas de lava volcánica cerca de la costa de Cornualles, en el extremo oeste de Inglaterra.
Visitar la isla requiere un permiso y los únicos en pedirlo suelen ser los ornitólogos que llegan en kayak para monitorear las poblaciones de aves.
Cuando los científicos comenzaron a hallar en la isla miles de bandas elásticas esparcidas por todas partes nadie entendía qué podría haber pasado.
Los ornitólogos creen haber resuelto el enigma.
Para los conservacionistas, las bandas elásticas fueron traídas a Mullion por gaviotas que las confundieron con lombrices.
En la isla se reproducen gaviones atlánticos (Larus marinus), una de las más grandes, y gaviotas argénteas (Larus argentatus).
Las aves regurgitaron las bandas para alimentar a sus crías.
Además de las bandas, los ornitólogos también hallaron en restos de comida regurgitada pequeños manojos de redes y cuerdas de pesca, de color verde.
Y hallaron una gaviota muerta con un anzuelo de 10 cm.en el esófago.
“Ingerir plástico y objetos de caucho es solo uno en una larga lista de desafíos que nuestras gaviotas y otras aves marinas enfrentan para sobrevivir”, señaló Rachel Holder, conservacionista del National Trust, una organización sin fines de lucro dedicada a preservar la riqueza ambiental y cultural en Reino Unido.
Las aves en la isla Mullion también son monitoreadas por ornitólogos de la organización local de conservación West Cornwall Ringing Group.
“Las gaviotas parecen muy comunes, pero están en declive. Y ya venían luchando con la caída en las poblaciones de peces”, agregó Holder.
“Sitios como la isla Mullion deberían ser santuarios para nuestras aves marinas. Es angustiante ver que las aves se han convertido en víctimas de la actividad humana”.
Los conservacionistas creen que las bandas provienen de las plantaciones y venta de flores en localidades cercanas, un negocio muy extendido en esta región.
El National Trust hizo un llamado a las empresas y comerciantes para que consideren en forma cuidadosa cómo se deshacen de objetos de plástico o látex u otros materiales que pueden dañar a los animales.
Lizzy Carlyle, integrante de la organización, dijo que los materiales que se usan una vez y se tiran están teniendo un impacto alarmante en los lugares más remotos.
“Depende de todos asumir la responsabilidad de cómo usamos y nos deshacemos de estos objetos”.