A causa de las medidas de aislamiento social y la cuarentena establecida en muchos países por el coronavirus, profesionales alrededor del mundo están trabajando desde casa.
Esto, obviamente, requiere un mayor uso de internet que el habitual.
Al pasar más tiempo en casa y usar nuestra red para videoconferencias, búsquedas y uso de servicios en streaming, se corre el riesgo de que nuestra conexión sea más lenta y no funcione en un estado óptimo.
Aunque desde los proveedores de internet a nivel mundial se han anunciado más esfuerzos para responder al incremento de la demanda, existen prácticas que pueden hacerse en casa para garantizar que la red no falle en los momentos más importantes.
No cabe duda de que es mucho más cómodo usar todos nuestros dispositivos de forma inalámbrica.
Sin embargo, si trabajas desde casa en una computadora, quizás debas considerar conectarla al router directamente con un cable en vez de usar la red inalámbrica.
De acuerdo a Ofcom, el regulador de las comunicaciones en Reino Unido, el uso de un cable ethernet garantiza una conexión más rápida y segura.
Estos cables son relativamente baratos, con un precio medio de US$10. Pueden encontrarse incluso por menos.
Muchas veces elegimos colocar el router en la posición más estética posible en nuestro salón, pero eso no quiere decir que se encuentre en el lugar idóneo.
No es casualidad que el logotipo de la señal wifi lo formen ondas expansivas.
Dichas ondas se reparten en forma de esfera, por lo que cualquier obstáculo puede impedir que nos llegue la señal en su máximo rendimiento.
Paredes, muebles y ventanas pueden ser impedimentos, pero también otros dispositivos como teléfonos, lámparas, altavoces y televisores.
Ofcom, por lo tanto, recomienda situar el router lejos de este tipo de dispositivos e incluso aconseja no usar el microondas cuando hagamos videollamadas, miremos videos en línea o hagamos una tarea vital que requiera internet.
Piensa dos veces si realmente es tan necesario que todas tus llamadas de trabajo sean a través de aplicaciones de videoconferencias.
Estas requieren un mayor esfuerzo de conexión y pueden dificultar el funcionamiento de la red.
En aplicaciones como Zoom y Skype puedes desactivar la cámara si en ese momento no estás presentando o dirigiendo la reunión.
Hacer esto no solo lo agradecerá tu red, sino también otros miembros de casa que estén teletrabajando.
Una de las ventajas de trabajar desde casa es que, salvo que tengamos una hora límite para entregar un informe o que tengamos programada una reunión, podemos organizar de forma diferente nuestro horario.
Así podemos trabajar un mayor número de horas fuera del horario punta en el que la mayoría de personas usan internet.
Considera también si necesitas la red para todas las actividades que realizas. Quizás necesites internet para recopilar cierta información, pero puedes estar desconectado para redactar un informe u organizar una tabla en Excel.
Pasamos de la computadora al móvil, del móvil a la tableta, de la tableta a la videoconsola… y por el camino nos olvidamos de desconectarlos, esto satura nuestra red.
Es buena idea desconectar de internet o poner en modo avión aquellos dispositivos que no estemos usando para así garantizar el máximo rendimiento en aquellos que necesitamos.
Cuando reproducimos un video en línea se usan muchos datos.
Especialmente ahora, que tenemos a nuestra disposición cada vez más calidad de reproducción.
En YouTube, por ejemplo, puedes controlar la resolución de los videos. Una reproducción de menor calidad saturará menos la conexión y contribuirá a que la red global funcione en un estado óptimo para todos.
Si por alguna razón tu internet está dando problemas, siempre puedes llamar a tu proveedor particular pidiendo consejo.
Muchas veces no hace falta que un técnico acuda a tu casa y las reparaciones se pueden hacer siguiendo sencillos procedimientos que tu operador puede indicar.