Cuál es y por qué esta es la supercomputadora más rápida del mundo
El superordenador japonés Fugaku, mostrado por primera vez este mes de junio, ha sido catalogado como el más rápido del mundo en la clasificación bianual TOP500, la primera vez en nueve años que una supercomputadora nipona lidera la lista.
Fugaku obtuvo un rendimiento de 415,5 petaflops, desbancando al ahora segundo dispositivo de este tipo más veloz, Summit, instalado en el Laboratorio Nacional Oak Ridge en Tennessee (Estados Unidos) por IBM y con un rendimiento de 148,8 petaflops, según el anuncio de la TOP500, del que se hicieron eco este martes los medios locales.
El tercer dispositivo más veloz del mundo, según la clasificación elaborada por universidades alemanas y estadounidenses, es la supercomputadora Sierra del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore de California (EE.UU.), con un rendimiento de 94,6 petaflops.
Fugaku, bautizado en honor al monte Fuji, también ocupó el primer puesto en otras tres categorías que miden el rendimiento en métodos computacionales para uso industrial, aplicaciones de inteligencia artificial y análisis de macrodatos (big data).
Según el centro de investigación Riken, artífice del dispositivo junto a la tecnológica Fujitsu y en cuyas instalaciones de Kobe (oeste) se encuentra instalado, es la primera vez que un superordenador encabeza la clasificación en las cuatro categorías.
“Pudimos destacar en todas las especificaciones clave para las supercomputadoras y demostrar que es la de mayor rendimiento del mundo. Esperamos que ayude a resolver problemas sociales difíciles como la lucha contra el nuevo coronavirus”, dijo Satoshi Matsuoka, director del centro de ciencia computacional de Riken, en declaraciones recogidas por la agencia japonesa de noticias Kyodo.
Fugaku está operando en fase de prueba para buscar potenciales medicamentos con los que tratar la COVID-19 y para analizar cómo reaccionaría el cuerpo humano ante tratamientos con ellos, y se espera que trabaje a pleno rendimiento en abril de 2021.
El objetivo de Fugaku es ser el primer superordenador del mundo en romper la barrera de un exaflop, equivalente a un trillón de flops u operaciones de coma flotante por segundo, un tipo de unidad para medir el rendimiento de una computadora.
La supercomputadora K, a la que reemplaza tras su apagón en 2019, fue la primera en superar el petaflop (mil billones de flops) y lideró el TOP500 en junio de 2011, puesto que retuvo un año.