Tormenta solar podría impactar la Tierra este jueves 21 de julio y causaría varios problemas
La tormenta solar podría generar el fallo de los sistemas de GPS, la interrupción de satélites y errores en aparatos de telecomunicación.
El pasado 11 de julio, una erupción solar fue registrada por los observatorios espaciales alrededor del mundo y, a raíz de este fenómeno, la superficie solar ha tenido grandes explosiones que podrían tener consecuencias para la Tierra.
De acuerdo con la NASA, las erupciones solares son estallidos de luz que llegan a la Tierra en cuestión de minutos y transportan partículas de alta energía eléctrica que interactúan con la atmósfera terrestre.
Esta peculiar explosión es originada en una pequeña región de la atmósfera solar y provoca que viaje a la velocidad de la luz debido a la fuerza y complejidad de su campo magnético.
No obstante, estos fenómenos no siempre ocurren de manera espontánea y el reciente lanzamiento de enormes cantidades de plasma solar al espacio ha aumentado las erupciones en el sol.
El pasado 15 de julio, se registró una erupción solar con dirección hacia la Tierra y, a pesar de su menor velocidad, el Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA considera que llegará al planeta este jueves 21 de julio.
Según un video publicado por Tamitha Skov, científica investigadora de la Corporación Aeroespacial, esta tormenta solar va dirigida hacia la Tierra y se encuentra directamente en su zona de impacto.
The long snake-like filament cartwheeled its way off the #Sun in a stunning ballet. The magnetic orientation of this Earth-directed #solarstorm is going to tough to predict. G2-level (possibly G3) conditions may occur if the magnetic field of this storm is oriented southward! pic.twitter.com/SNAZGMmqzi
— Dr. Tamitha Skov (@TamithaSkov) July 16, 2022
“¡Golpe directo! Un filamento en forma de serpiente lanzado como una gran tormenta solar mientras está en la zona de impacto de la Tierra”, comentó la científica en su video.
La tormenta solar con dirección a la Tierra podría interrumpir las comunicaciones por radio y satélites, así como causar cortes de energía alrededor del mundo y afectar otros sistemas de telecomunicación como los GPS.
A pesar de esto, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) apunta a que esta tormenta solar se encuentra en su punto más bajo y podría tener poco impacto en la Tierra, afectando levemente la operación de satélites.
Sin embargo, existe un precedente grave en la historia, ya que en septiembre de 1859 una tormenta solar provocó fallos en las redes telegráficas de Europa y Norteamérica.
En esta ocasión, las corrientes eléctricas inducidas en los cables alcanzaron tal intensidad que provocaron incendios en los receptores y causaron algunos casos de electrocución por parte de operadores telegráficos.