“Mulan”, la película de acción real de Disney, marcó un hito histórico esta semana al convertirse en la primera producción fílmica de megapresupuesto de Hollywood que se lanza directamente por televisión sin haber pasado por salas de cine.
El brote mundial de covid-19 afectó el plan de lanzamiento del largometraje de US$200 millones, que había sido programado para marzo, aplazado para julio y luego para agosto, hasta que Disney lo retiró de su calendario de estrenos, a pesar de haber invertido en la promoción de la película.
Finalmente se supo que “Mulan” sería un título bajo demanda con un costo de US$29.99 por alquiler en los países donde Disney+ está en funcionamiento, una muestra del esfuerzo por encontrar esquemas de distribución alternativos para las produccioneshollywoodenses más lucrativas en un momento en que la mayoría de los cines en Estados Unidos y en China, el segundo mercado de películas más grande del mundo, permanecen cerrados debido a la pandemia.
La producción es una nueva versión del largometraje animado de Disney “Mulan” de 1998, una adaptación de una leyenda china sobre la lucha de una chica que supera varios desafíos y demuestra su valía, no solo para salvar el imperio chino y brindar honor a su familia, sino también para asegurar un interés amoroso y, por lo tanto, un matrimonio futuro prometedor.
Si bien la película animada ayudó a popularizar a “Mulan” entre una audiencia global, la leyenda ya tenía una larga historia de transformación y adaptación en China y otros lugares antes de 1998, y después.
En China y las regiones de habla china, Mulan es prácticamente sinónimo de “heroína”; en Estados Unidos, su nombre prácticamente equivale a “la mujer guerrera”. Con tal popularidad que se extiende a través de diferentes culturas, así como opiniones variadas y debates sobre la autenticidad, muchos se preguntan cuál es la verdadera historia.
El primer texto escrito de la historia de Mulan es una balada folclórica que se remonta a las dinastías del Norte en China (386-581 d.C.).
En poco más de 300 palabras, la Balada de Mulan cuenta la historia de una niña que se viste de hombre y se une al ejército, ocupando el lugar de su padre porque no tiene un hermano mayor para cumplir ese rol.
Tras años de campaña militar y servicio a su país, regresa con el honor y obsequios del emperador.
Sus padres, su hermana y su hermano menor preparan un banquete para darle la bienvenida a casa. Mulan se cambia de ropa, se arregla el cabello y se maquilla la cara, y saluda a sus compañeros soldados que están en shock. Luchando codo con codo durante años, no sabían que Mulan era en realidad una mujer.
Al igual que otros cuentos que han gozado de una popularidad duradera y numerosas variaciones, la leyenda de Mulan incluye algunos de los elementos comunes: el personaje principal se va de casa, emprende aventuras y completa con éxito algo extraordinario.
Historias como la suya tienden a ser elásticas, lo que permite detalles adicionales y adaptaciones variadas.
Vale la pena señalar el mensaje subyacente de su historia: la transgresión de Mulan (pretender ser un hombre) está justificada (lo hace para salvar a su padre y servir a su país), reivindicada (por lograr el éxito en el servicio militar) y mitigada al final (pues vuelve a casa y retoma su vida de mujer). Por lo tanto, es extraordinaria pero no amenazante para la estructura social.
Desde la balada, el nombre y la historia de Mulan se han adaptado, vuelto a contar y aludido en diferentes géneros a través de varias dinastías imperiales en China.
Numerosos escritores chinos han elogiado a Mulan y sus extraordinarias hazañas, destacando su piedad filial, lealtad, virtud, habilidades marciales o logros militares, al tiempo que adjuntan nuevas interpretaciones y detalles coloridos.
Esos recuentos suelen reflejar el contexto social e histórico de la época.
Por ejemplo, una obra de teatro del siglo XVI llamada “Mujer Mulan se une al ejército tomando el lugar de su padre”, representa a Mulan como una doncella guerrera con los pies vendados.
Incluye momentos dramáticos en los que el personaje principal se desata los pies para calzar en un par de zapatos de hombre antes de unirse al ejército y los vuelve a atar después de su regreso, situando a su personaje dentro de la práctica de venda de pies de las mujeres en esa época.
La obra concluye la historia con la boda de Mulan con un marido que sus padres han elegido para ella, destacando el regreso del personaje principal al “lugar legítimo” para las mujeres jóvenes.
En los capítulos de una novela del siglo XVII, “El romance histórico de las dinastías Sui y Tan”, Mulan se suicida después de regresar a casa.
También revela su identidad de género para poder preservar su pureza sin desafiar una orden imperial que la convoca para convertirse en una consorte de palacio. Tal elemento de la trama refleja la norma social de priorizar la pureza y fidelidad sexual de una mujer sobre todo en ese momento.
Las nuevas versiones continúan desarrollándose en tiempos modernos y contemporáneos.
Algunas adaptaciones realizadas en la década de 1930 presentan a Mulan como una heroína nacional y un símbolo icónico para impulsar el espíritu de la gente en la lucha contra la invasión japonesa.
Más tarde, su personaje jugó un papel importante en la ideología política del Partido Comunista que promueve la igualdad de género en China.
La serie de televisión de 1998, “Hua Mulan”, dirigida por Shui-Ching Lai y Raymond Lee, y el largometraje de acción en vivo de 2009 con el mismo nombre dirigido por Jingle Ma y Wei Dong, son dos ejemplos notables de reinventar el personaje y la historia de Mulan en los medios de comunicación.
La respuesta corta es no. No tenemos evidencia existente que demuestre que Mulan es una figura histórica que vivió durante un tiempo en particular.
Sin embargo, las cosas son complicadas, especialmente cuando consideramos el probable origen oral de la balada folclórica (el primer documento escrito sobre ella) y cómo su historia ha evolucionado en China (comenzando en los siglos IV al VI y aún hoy).
¿Qué nos dicen todos los documentos supervivientes? Ciertamente es posible que personas y eventos reales hayan servido de inspiración para la balada.
Podemos, por ejemplo, buscar pruebas de la procedencia de Mulan.
Aunque las versiones tempranas de su historia provienen de la poesía, el drama, la ficción, los ensayos y las notas, su nombre se abrió paso en las historias locales en el siglo XIX, como “Las gacetas de Grand Qing” (los gaceteros suelen recopilar eventos y personas destacadas, anécdotas, tradiciones locales y otros documentos, y en el mejor de los casos son semihistóricos).
Y a pesar de que la balada de Mulan antes mencionada carece de información específica sobre de dónde es Mulan, sí menciona lugares como el río Amarillo y la montaña Yan, datos que la gente luego usó para interpretar o imaginar su ciudad natal.
Además de las entradas en las gacetas, hay inscripciones en tablillas, tumbas, santuarios conmemorativos y estatuas dedicados a ella.
La balada original no incluye ningún detalle de la apariencia de Mulan, aunque sí menciona que Mulan se cambia a ropa de mujer y se arregla el cabello y el maquillaje después de regresar a casa.
Fue más tarde que empezaron a aparecer dibujos de ella en libros sobre mujeres bellas o como ilustraciones acompañantes en algunos de los relatos.
Aunque estos materiales no son evidencia para demostrar que Mulan es una figura histórica, aportan capas adicionales a su historia, convirtiéndola en un palimpsesto a lo largo del tiempo. En otras palabras, mucho antes de que Mulan se convirtiera fuera introducida al mundo exterior, su historia ya pasado por grandes transformaciones e inspirado numerosos relatos en China.
Aunque es difícil precisar la fecha exacta de la primera aparición de Mulan en idioma inglés, las traducciones de la Balada de Mulan comienzan a aparecer a más tardar en el siglo XIX.
No fue hasta el siglo XX, a través de “La mujer guerrera. Memorias de una adolescente entre fantasmas” (1976) de Maxine Hong Kingston, que Mulan se presentó a una amplia gama de lectores en Estados Unidos. El libro de Kingston también llevó su fama a muchos otros países a través de ediciones traducidas.
Un hito indiscutible en la literatura estadounidense en general, y en la literatura asiático-estadounidense en particular, “La mujer guerrera” recibió muchos premios y honores, ha sido un texto ampliamente enseñado en las aulas de colegios y universidades y generado animados debates entre académicos y estudiantes. Además, se ganó el corazón de los lectores en general.
La película animada de Disney de 1998, junto con su secuela Mulan II (una producción directa a video lanzada en 2005) y los productos comerciales complementarios, han ayudado a Mulan a convertirse en un fenómeno global.
Si bien hay una serie de adaptaciones cinematográficas de la historia de Mulan disponibles en chino e inglés, de acción en vivo y animadas, ninguna ha recibido tanta atención de los espectadores y críticos como la película de Disney de 1998.
Algunos críticos elogian al primer personaje principal chino de Disney como modelo a seguir; otros critican la caricatura racial y la apropiación cultural de la película.
En cualquier caso, la versión animada de Disney fue lanzada en más de 30 versiones dobladas y logró una popularidad abrumadora y un éxito de taquilla mundial, presentando así a Mulan a una audiencia global.
El nuevo largometraje de acción en vivo, dirigido por Niki Caro y con un elenco asiático, refleja el éxito financiero y la influencia cultural duradera de su predecesor animado, y habla además de la continua popularidad de Mulan entre niños y adultos por igual.
* Lan Dong es la autora de “La leyenda y legado de Mulanen China y Estados Unidos“. Es profesora Louise Hartman Schewe y Karl Schewe en el Departamento de Inglés de la Universidad de Illinois Springfield.,