Debido a las representaciones negativas, Disney retira los viejos clásicos de los perfiles para niños en su plataforma de streaming. Su última película intenta hacer las cosas de otra manera.
Los adultos de hoy recuerdan haber visto películas de Disney como Peter Pan, Dumbo o El libro de la selva. Décadas después de su estreno, estas películas clásicas de animación siguen siendo populares entre niños y adultos.
Sin embargo, la continua popularidad de las películas ha obligado a Disney a reconocer los estereotipos negativos presentes en ellas. En los últimos años, en Estados Unidos y Europa se han hecho fuertes llamamientos para que estas películas del pasado rindan cuentas por contener estereotipos racistas y material culturalmente falto de sensibilidad, y para que las historias se cuenten de forma diferente en el futuro.
Tras el lanzamiento de la plataforma de streaming del gigante del entretenimiento, Disney+, en 2019, se añadió a varias películas de su catálogo un aviso legal sobre “representaciones culturales anticuadas”. La redacción del aviso legal también se actualizó en octubre de 2020.
Peter Pan, Dumbo, La dama y el vagabundo, Los aristogatos y El libro de la selva, entre otras, incluyen ahora un texto de 12 segundos durante los créditos iniciales que dice: “Este programa incluye representaciones negativas y/o maltrato de personas o culturas. Esos estereotipos eran incorrectos entonces y lo son ahora”.
Entre los ejemplos de contenidos que provocaron la retirada, según la información disponible en el sitio web de Disney+, se encuentran las representaciones estereotipadas de los nativos en Peter Pan, que “no reflejan ni la diversidad de los pueblos nativos ni sus auténticas tradiciones culturales”, en palabras de la propia Disney, y utilizan términos racistas para describirlos.
Otro ejemplo en Dumbo son los cuervos, que hablan con acento afroestadounidense, y bailan en un número musical, sirviendo a los estereotipos racistas, en los que artistas blancos con rostros ennegrecidos y ropas andrajosas imitaban y ridiculizaban a los africanos esclavizados en las plantaciones del sur de EE. UU.. El líder de los cuervos se llama incluso Jim Crow, que es el nombre de las leyes que imponían la segregación racial en Estados Unidos.
Eva Fürst, profesora de Literatura y Estudios Culturales, cree que está justificado poner un aviso en las películas. “Esta clasificación es bienvenida, y es mucho mejor que simplemente dejar de proyectar las películas. Eso crea una oportunidad y una posibilidad de hablar con los niños sobre el racismo y los estereotipos negativos”.
El martes (9.03.2021), la compañía dio un paso más, eliminando las películas de los perfiles para los niños en su sitio de streaming Disney+.
Fürst, que trabaja como investigadora asociado en el Instituto de Educación e Innovación Social de Bonn, Alemania, se muestra crítica con dicha medida. “Lo que me parece difícil es no permitir que los niños entiendan que algunas cosas están mal”, explica. No proyectar películas, dice, no es la solución. “Creo que es bueno que no se sigan ocultando obras, sino que se aborden conscientemente los puntos problemáticos; que se hable de que lo visto era característico en una época determinada, y que ya entonces era incorrecto”.
Pero hay que tomar más medidas, opina Fürst: Disney podría crear más contenidos para abordar cuestiones difíciles, por ejemplo, películas en las que se discutiera el contenido inapropiado de sus animaciones clásicas, que luego podrían poner a disposición en su plataforma. Estas películas deberían centrarse en los elementos problemáticos del vestuario y los guiones, y lo que es más importante, podrían iniciar un debate sobre las cuestiones morales que plantea una serie o una película.
Fürst cita Pocahontas, estrenada en 1995, como ejemplo de película Disney más progresista . “Es una parodia de la figura histórica, pero como película de Disney, funciona, porque retrata claramente a la colonización como algo negativo”.
La última película animada de Disney, Raya y el último dragón, pretende hacer las cosas de forma diferente, según la compañía. La película se estrenó el 4 de marzo en Estados Unidos y el 5 de marzo en Alemania, en Disney+. Los creadores de la película de Disney Moana están detrás de ella.
Aunque Eva Fürst aún no ha visto Raya y el último dragón, dijo que la película de Disney Moana, que narra la historia de la hija de un jefe de un pueblo polinesio con mucho carácter, mostraba progresos. “Los actores y actrices fueron elegidos adecuadamente. En la historia, la heroína no busca un hombre, sino su propia identidad. Si eso continuara, sería un buen camino. Disney posee un número increíble de franquicias, lo que significa que son extremadamente poderosos porque las historias que consumimos dan forma a cómo vemos el mundo. Es importante ser consciente de esta responsabilidad”, dijo.