¿Cuántas veces nos hemos enfrentado al espejo al final de una larga jornada y nos encontramos con un cutis cansado y sin brillo? Los agentes agresivos a los que la piel se ve expuesta durante el día hacen necesario que tomemos cartas en el asunto.
Una buena limpieza y el uso de productos adecuados -entre los que nunca debe faltar el bloqueador- serán esenciales para que esta se conserve en buen estado. Sin embargo, una mascarilla casera nunca estará demás para que el rostro luzca lleno de vitalidad. ¡Anímate con este truco!
-Una cucharadita de miel
-2 cucharaditas de aceite de oliva
-2 cucharaditas de aceite de sésamo
-1 cucharadita de aceite de almendras
-Media cucharadita de glicerina
Mezcla bien todos los ingredientes y esparce con una brocha suave sobre la piel del rostro. Deja actuar el máximo tiempo posible, de ser posible toda la noche y retira con agua tibia.
Con información de: Revista Cromos