Tomisaku Kawasaki observó por primera vez en 1961 síntomas no explicados en un niño de cuatro años en Japón. Tenía fiebre alta con conjuntivitis, erupción cutánea y sobre todo el cuerpo y la lengua de color rojo frambuesa.
Después encontró 50 casos similares de los que publicó una descripción científica en 1967.
“El nombre original (del síndrome) fue largo. Yo nunca lo llamé ‘enfermedad de Kawasaki’ pero es así como se ha conocido”, dijo en 2017 al diario japonés Mainichi Shimbun.
La enfermedad suele afectar más a los niños que a las niñas, y es más frecuente en los niños de origen japonés, aunque ahora se diagnostica en todo el mundo. La causa sigue siendo un misterio.
En los últimos meses se ha señalado tanto en Europa como en Estados Unidos, principalmente, una enfermedad inflamatoria infantil con síntomas similares a la enfermedad de Kawasaki.
Muchos investigadores tratan de verificar el supuesto vínculo entre esta nueva enfermedad pediátrica y la covid-19, ya que muchos niños dieron positivo al coronavirus.
Pese a su edad, Tomisaku Kawasaki ha estado activo en el seno de la comunidad médica nipona. El año pasado presidió el Centro de Investigación sobre la Enfermedad de Kawasaki, una organización no gubernamental.
Kawasaki falleció el viernes 5 de junio en un hospital de Tokio “debido a su edad”, según esta ONG.