Regresas al trabajo después de almorzar, pero no puedes concentrarte, ¿qué te sucede? Te ha atacado la modorra, esa sensación de sueño que llega después del almuerzo. No puedes mantener los ojos abiertos y lo único que deseas es una buena siesta.
Si alguna vez pasaste por algo así, no te preocupes, no estás solo. Sentir sueño después del almuerzo es algo muy normal y tiene algunas explicaciones científicas, aquí te contamos cuáles son:
«Hay un par de razones que explican por qué experimentamos cansancio después del almuerzo», explicó un nutricionista.
Según el experto, nuestro cuerpo utiliza energía para digerir los alimentos que consumimos y, si bien no lo notamos, ese trabajo puede cansarnos.
“Nuestro cuerpo requiere energía para funcionar y sobrevivir. Conseguimos esa energía a través de la comida, que se deshace a través del proceso digestivo y se convierte en combustible, y los macronutrientes proveen calorías (o energía) a nuestros cuerpos. Nuestro sistema digestivo dispara muchas respuestas dentro de nuestro cuerpo”.
La cantidad de insulina que produce el cuerpo después de comer ciertos alimentos puede aumentar la producción de serotonina y melatonina, las hormonas que regulan la felicidad y el sueño, respectivamente.
La secreción excesiva de insulina causa que el triptófano, un aminoácido esencial, viaje hacia el cerebro. Una vez ahí, hace que se aumente la producción de serotonina y melatonina. Dos neurotransmisores que tienen un efecto calmante y ayudan a regular el sueño.
Alrededor del 90 % de la serotonina del cuerpo se encuentra en el sistema digestivo, donde regula los movimientos intestinales.
No todos los alimentos tienen el mismo efecto. Según la nutricionista Jemma O’Hanlon, los responsables son los carbohidratos:
Los alimentos que contienen carbohidratos, como pan, pasta, arroz y patatas, aumentan la producción de un neurotransmisor conocido como serotonina, que puede mejorar el humor, pero también nos hace sentir algo somnolientos.
Productos con mucha proteína, como la espinaca, la soja, huevos, queso y pescado contienen altos niveles de triptófano. El pan blanco también es un gran culpable, pero si no puedes eliminarlo de tu dieta, mejor cámbialo por uno integral.
Según Clark: «cuando consumes pan blanco el cuerpo absorbe rápidamente el almidón sin fibras y el azúcar refinado, y eso causa un aumento en los niveles de glucosa en la sangre. Este aumento dura poco y resulta en una caída de los niveles de azúcar en la sangre, que puede llevar a sentir cansancio y somnolencia».
Según los expertos, hay algunas cosas que puedes hacer para evitar sentirte cansado después de una comida:
No te olvides del desayuno: la primera comida del día te carga de energías para el resto de la jornada, y si la dejas pasar es más probable que luego comas más de lo que deberías y que elijas alimentos que te den más sueño.
Para mantener los niveles de azúcar en la sangre estables puede ser mejor comer varias veces al día en vez de hacer una gran comida. También hace que el cuerpo gaste menos energía para digerir, y así puedes mantenerte despejado por más tiempo.
Evita los productos con mucha azúcar refinada y los carbohidratos simples. «Elige comidas naturales que tengan mucha fibra y proteína, como granos integrales, legumbres y nueces», explicó Clark.
Haz ejercicio: aunque sea una caminata de diez minutos antes de regresar a trabajar puede ayudarte a estar alerta por más tiempo.
Si estás cansado constantemente, puede ser que tengas una deficiencia de minerales o vitaminas en tu cuerpo.
Los alimentos más sanos, como los vegetales y los granos integrales, pueden ayudarte a mantenerte despierto durante el trabajo y también a llevar una dieta sana y balanceada. Tu productividad puede mejorar y ¡tu salud también!