La música no solo influye en el humor, sino en las capacidades cognitivas, en la creatividad e incluso, a veces, en las enfermedades.
Sin duda, la música es buena para la mente y para el cuerpo. Hay muchos estudios que ponen de relieve sus numerosos beneficios. Hemos seleccionado algunos de ellos:
La música a un volumen moderado aumenta la creatividad. Es una paradoja: los sonidos que no son tan fuertes dificultan la reflexión, pero eso nos lleva a pensar de forma más abstracta y más creativa.
Ocurre lo contrario cuando la música está muy alta: nuestro pensamiento creativo se bloquea porque el tratamiento de la información que debemos realizar nos desborda.
Seguro que alguna vez te has sentido revitalizado al escuchar música, o te has levantado con el pie derecho al son de uno de uno de tus fragmentos preferidos.
Un estudio publicado en 2013 muestra que la música pone a la gente de mejor humor. Los participantes afirmaron sentir una “excitación y regulación de su humor”, así como una mayor “conciencia de sí mismos”.
Una tesis realizada por un doctorando de la Universidad de Gothenburg revela que escuchar música todos los días disminuye el estrés. Claro, no todo el mundo reacciona de la misma manera frente a la misma música, y que cada individuo puede responder de forma diferente a una misma canción según el momento en que la escucha y en función de factores individuales y circunstanciales.
Investigadores de Hong Kong han descubierto que los niños que tocan música logran mejores resultados en algunas pruebas de memoria como, por ejemplo, retener diferentes palabras de una lista.
La música estimula la misma parte del cerebro que la comida y el sexo. Científicos en el 2001 notaron un aumento del flujo sanguíneo en las regiones del cerebro asociadas a la recompensa, la emoción y la excitación.