Cinéfilo. Esa palabra. Un deleite. Pareciera rimar con Hitchcock o Spielberg, y quizá lívidamente desangrarse ante Tarantino. Cinéfilo. Esa palabra.
Que tan amante suena de Momento como de Annie Hall. Cinéfilo. Cual monólogo de Maurice Echeverría, esa palabra nos remonta a un cine, el séptimo arte, y nos eleva un aroma a palomitas de maíz por no decir poporopos.
Los cinéfilos bien saben que sentarse en el cine puede ser tan placentero como doloroso. No digan que no, si muchas veces uno disfruta las películas, pero las sufre porque está pensando en cada pequeño detalle.
Y es que cuando uno deja de ver la película como una entidad frívola, pasajera y de entretenimiento supérfluo, y se adentra en su Alma Mater, tratando de analizar más allá de los elementos fílmicos, ya está perdido para siempre.
Encontramos de todo: camarazos, incongruencias y otras locuras, que terminan siendo un poco cómicas de por sí. Salve mencionar, que esto no es criticar, sino solo ver ese elemento jocoso, esa errata pasajera, que todos conocemos como blooper.
Top 3: Jurassic Park
El primer blooper, que pareciera el más desapercibido, es de Jurassic Park. Y es que los fans de dicha película de Steven Spielberg, pasaron semanas comentando lo ¨garrafal¨ de un error, que para mí es totalmente desapercibido.
En una escena el velociraptor entra en búsqueda de los niños. A simple vista todo normal, pero si analizamos más a profundidad, hay una mano que sostiene al dinosaurio para que este no se desmorone. Un encuentro muy cercano con este peligroso animal, que al menos nos comprueban que son más dóciles de lo que parecen.
Hay un juego que se llama Mortal Kombat, que nos sorprendía por lo inenarrable de sus peligrosas escenas de riesgo, donde parecía que los jugadores nunca se tocaban entre sí.
De ahí debe haber salido este extra, que de verdad que fue un extra… exagerado. Pues, sin que lo patearan, se tiró al piso. ¿Será que ahora Batman tiene poderes telekinésicos?
Es difícil pensar que una película con escenas tan costosas, tenga errores de continuidad. Que el director haya echado a perder tal carísima escena por una falta de precisión en las tomas.
En esta escena, Nicolas Cage, voltea horrorizado a ver cómo se desploma un avión. Pero el avión, viene desde el otro lado. Más accidentada la toma, que la azafata.
Para los cinéfilos, esto es un tema. Pero la verdad es que eso no implica que un viernes cualquiera, quizá cambiemos la comodidad del sillón por algo en el mundo.
Con información de: Tony Alonzo