Ciudad Guatemala
Decenas de especies de medusas danzan desde esta semana en un ballet hipnótico en el acuario del Trocadero de París, que busca alertar así sobre la salud de los océanos.
Después de tres años de trabajo en cooperación con expertos mundiales en Kamo, Japón, el nuevo medusario inaugurado el miércoles pasado cuenta con 24 piscinas en las que se expondrán en rotación 45 especies de medusas de todo el mundo, criadas en el laboratorio del acuario.
En la oscuridad, la iluminación enfatiza los diversos colores, desde el azul hasta el rojo, de estas especies de todos los tamaños, desde unos pocos milímetros hasta 50 cm, que bailan en las cuencas “carruseles” donde las corrientes artificiales los mantienen en movimiento permanente.
“Son animales planctónicos, plancton, y deben ser transportados por la corriente, sin poder caen al fondo y mueren”, dice el curador Guillaume Eveillard, al afirmar que la ausencia de rocas u otra decoración impide que estos animales “frágiles” se desgarran allí.
Cuatro estanques prototipo también permiten ver la medusa superior, la primera en el mundo
Pero la estética de estos coloridos ballets, que muestran medusas a varias edades de sus vidas como máximo unos meses, también tiene un propósito pedagógico.
El calentamiento de los océanos que causan brotes más frecuentes “florecen“, la pesca excesiva que diezma a sus depredadores. Las medusas son ahora tan numerosas, como los nadadores de playa pueden ver en el verano, que algunos científicos hablan de una ” gelación” de los océanos.
“La medusa que está proliferando es realmente un marcador de la mala salud de los océanos”, dijo Guillaume Eveillard. “Nuestro papel es educar a la gente sobre prestar atención a la preservación de los océanos”, añade.
“Esto es lo que el acuario quería mostrar al elegir aquellas medusas que producen flores, especialmente aurelia aurita (luna de medusa o medusa azul), especies que plantean problemas para el medio ambiente, agrega La bióloga Jacqueline Goy, especialista en estos “cnidarios” con filamentos más o menos punzantes. Es una forma de aumentar la conciencia pública: ¿quieres comer pescado o comer medusas?”, comparte.
El medusarium también hace posible aprender más sobre un animal sin un sistema nervioso, de los cuales hay alrededor de mil especies en el mundo.
La mayoría se reproducen, dando a luz a “pólipos” de 2 mm que pueden permanecer en el mar durante décadas antes de que un choque de temperatura pueda producir medusas, “como una oruga que se convierte en mariposa” explica guillaume eveillard.
La mayoría se alimenta de zooplancton como el krill, un pequeño camarón microscópico, pero otros como el “huevo revuelto” de medusas pueden comer una medusa al día. En el acuario de Trocadero, la gran Phacellophora camtschatica está sola en su cuenca.
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Fuente / AFP
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