El dinero de las primeras propinas, los primeros trabajos, los ahorros de niños y grandes se van a ese cerdo de porcelana que permanece inmóvil.
Es la forma más clásica y que todo el mundo conoce de una alcancía. Aquella que encerrará hasta que nosotros decidamos o tengamos alguna necesidad sobre el dinero que allí se guarda. Además, existen muchas entidades bancarias o servicios financieros lo utilizan de logotipo. El cerdito, chanchito, o cochinito.
Se dice que alrededor del siglo XV empezaron a fabricarse en Inglaterra. En ese entonces era habitual que los recipientes de cocina se fabricaran con un material que ellos llamaban pygg, que era un tipo de arcilla de color entre rosa y naranja. A estos recipientes se les llamaba pygg jar (jarra de arcilla).
Como la gente tenía por costumbre guardar sus monedas en tarros y vasijas en la cocina, con el tiempo se empezaron a elaborar también, con el mismo material, pequeños recipientes específicamente destinados a guardar y ahorrar las monedas.
Estos recipientes empezaron a ser creados con forma de cerdito, ya que el color de la arcilla pygg es muy similar a su color y además el nombre es también muy similar, ya que cerdo en inglés es pig. De esta manera, a los recipientes con forma de cerdito utilizados para guardar monedas, en Inglaterra se les llamó, y se les sigue llamando piggy Banks.
Si se poseía algún cerdo siempre era un recurso para poder venderlo vivo, para matarlo y vender su carne, o para aprovechar la carne bien conservada y alimentar a toda la familia durante todo el año. En cualquiera de los casos el cerdo simbolizaba un seguro para los tiempos venideros, y si se poseía más de un cerdo llegaba a simbolizar riqueza y prosperidad. Este simbolismo del cerdo puede ser otra explicación para la forma de cerdito que se les daba a las alcancías.
Claro, cuando queremos obtener el dinero que se ha ahorrado dentro del cerdo, la única forma de hacerlo es rompiéndolo con un martillo o tirándolo al suelo y ver que se destroza y se hace añicos. Nuestro esfuerzo o capacidad ahorrativa simbolizada en un cerdo de porcelana.