Un pacto secreto con el que quedan anuladas las demandas interpuestas por ambas partes y con el que, un año después de su separación, Alejandro y Raquel ponen fin a su matrimonio.
Alejandro Sanz y Raquel Perera han finalizado la guerra judicial que mantenían desde hace unos meses y han conseguido llegar a un acuerdo de divorcio que beneficia, sobre todo, a sus hijos Dylan, de 9 años, y Alma, de 6, lo más importante tanto para el cantante como para la empresaria.