La inspiración es caprichosa y cuando aparece no es necesario más que unos minutos para convertirla en música. Estos éxitos forman parte de la historia de la música.
Hay artistas que necesitan arduas sesiones de trabajo para pintar, hay guiones que se pulen durante años, melodías que se engarzan unas a otras durante semanas… pero también hay ocasiones en las que los astros se alinean y todo fluye. En esta nota, de Efe Reportajes, se incluyen temas que llevaron pocos minutos para su creación.
En esta última categoría se incluyen algunas canciones que han pasado a la historia. Desde “Losing my religión” de R.E.M, que se escribió en 10 minutos según Peter Buck, cofundador y guitarrista de la banda, al éxito de los noventa de The Knack “My Sharona”, que fue plasmada sobre papel en menos de un cuarto de hora.
Media hora necesitó la banda británica de rock Black Sabbath para componer uno de sus éxitos más importantes, “Paranoid”.
“Básicamente necesitábamos un relleno de tres minutos para el álbum y a Tony Ioomi se le ocurrió el riff -frase musical repetida-. Escribí la letra rápido y Ozzy Osbourne la iba leyendo a la vez que cantaba”, dijo el guitarrista Geezer Butler.
Es una canción relativamente corta para la banda, ya que dura alrededor de tres minutos. Otro de sus éxitos “War pigs”, por ejemplo, dura ocho.
El de “Satisfaction” es probablemente uno de los estribillos más famosos de la historia del rock. Se ha usado en publicidad, se escucha en fiestas y es de las más celebradas en los conciertos de la banda británica.
Fue el primer single que lanzaron The Rolling Stones en Estados Unidos y alcanzó el número uno. Pues bien, fue compuesta en 40 minutos.
El sueño y la inspiración han formado un binomio productivo en el mundo artístico y el de “Satisfaction” es un ejemplo de ello.
Cuando se estaba quedando dormido en la habitación de su hotel, a Keith Richards se le ocurrió el famoso riff de la canción y lo grabó. Según contó el mismo, al día siguiente escuchó la grabación: dos minutos de guitarra y media hora de ronquidos.
El estribillo de esta canción, en su versión más simple, es coreado con furor en los estadios de fútbol.
La selección de Italia se apropió de su ritmo para celebrar su último, hasta la fecha, Mundial, en 2006.
Durante una prueba de sonido para un concierto en Melbourne (Australia) la inspiración visitó de improviso a Jack White. El guitarrista y vocalista estaba tocando para Meg White, la otra componente del dúo, cuando hizo sonar el riff.
Decir Led Zeppelin es decir Rock and Roll. Y la canción del zepelín de plomo que lleva ese nombre se compuso en media hora.
Estaban empantanados en la escritura de la letra de “Four Stricks” que parecía atragantarse y John Boham, cansado del bloqueo, comenzó a tocar en su batería la introducción de “Keep a knocking”, de Little Richard.
Jimmy Page le siguió con la parte de guitarra y Robert Plant se unió con la letra que le venía a la cabeza. Así, en media hora, nació “Rock and Roll”.
Un himno que no pierde fuerza con el paso del tiempo es “Yesterday”, una de las canciones más conocidas y alabadas del cuarteto de Liverpool.
Paul McCartney ha hablado en numerosas ocasiones de cómo se materializó este tema: “Macca” soñó con la letra y la música y, al despertar, garabateó lo que recordaba de ella y se sentó al piano.
“Me desperté una mañana y estaba en mi cabeza. No lo creí durante dos semanas”, dijo el guitarrista y cantante. Tardó solo unos minutos en plasmarlo.
En el pop también hay casos de fugaz creatividad. En 2013, Lorde arrasaba en las listas de éxitos con “Royals”, una canción que escribió con 15 años en 30 minutos.
“Escribí la letra como en media hora. La llevé al estudio y mi productor dijo que sí, que era genial”, contó la cantante neozelandesa a Billboard.
La canción “Single Ladies” no pasará a la historia como la composición más profunda, pero en 2012 todo el mundo bailaba al son de las “chicas solteras”.
Este tema estrella de la cantante de Texas fue compuesto en poco menos de 20 minutos, pero no salió de la mente de Queen B, sino de su productor Terius Youngdell Nash, más conocido como The Dream.
La canción ha sido imitada, parodiada y el baile replicado sobre las pistas de baile de todo el mundo y su video acumula más de 715 millones de reproducciones.
Fuente: Efereportajes