La decisión no tiene precedentes en la historia de la realeza moderna.
El príncipe Harry y Meghan Markle están haciendo un movimiento dramático. La pareja real anunció el pasado miércoles que tienen la intención de “dar un paso atrás como miembros principales de la Familia Real”, y están haciendo planes para dividir su tiempo entre el Reino Unido y América del Norte.
Al publicar su declaración en Instagram, el duque y la duquesa de Sussex publicaron una foto del anuncio de su compromiso en noviembre de 2017.
La transición significa que ya no vivirán a tiempo completo en el Reino Unido, el país donde la familia real británica ha reinado durante siglos. Harry es actualmente sexto en la línea del trono, detrás de su padre, el Príncipe Carlos, su hermano, el Príncipe William y los tres hijos de William, George, Charlotte y Louis.
Múltiples informantes dicen que el frío entre los Sussex y Cambridges es más profundo de lo que muchos extranjeros creen. Hoy, las consecuencias de la grieta que comenzó hace dos años con el compromiso de Harry con Meghan (las fuentes dicen que William advirtió a Harry sobre formalizar la relación demasiado rápido con la actriz estadounidense) continúa afectando a la familia real, razón por la que Meghan y Harry anunciaron que no pasarían las vacaciones con la familia real en Sandringham.