Diste el gran paso de finalizar tu dieta y estás satisfecho con los resultados, pero ten cuidado, cuida de tu alimentación para evitar el rebote.
Sabemos que las dietas son un arma de doble filo, más cuando llevamos una muy estricta. Al principio estamos emocionados por los resultados rápidos de la dieta que estamos haciendo, pero al momento de “liberarnos” y comenzamos a comer como antes sucede lo que temíamos: El rebote. Peor aún, regresa con mayor fuerza que antes.
La realidad es que perder peso es más fácil que mantenerlo, sobre todo cuando la pérdida se basa en la restricción alimenticia. Las dietas son “soluciones” a corto plazo: si tus hábitos alimenticios no eran sanos antes de una dieta y regresas a ellos es normal que vuelvas a subir de peso.
Pero no te preocupes, hay decisiones que puedes tomar hacer para no subir de peso después de una dieta:
Las dietas son una prueba para ver hasta dónde somos capaces de tolerar los antojos y lo fuerte que puede llegar a ser nuestra voluntad. Es momento de cambiar tu forma de ser: en lugar de ver la alimentación sana como un mal necesario para mantenerte saludable y fuerte, tómalo como una aliada para que tu cuerpo alcance su máximo potencial.
Es muy común que acostumbremos a comer más de lo que necesitamos sin darnos cuenta. Por eso, una forma para lograr analizar todo lo que consumimos, es ir anotando para ser más objetivos y hacer los cambios que creamos convenientes.
La fórmula ideal para mantenernos sanos es la siguientes: Buena alimentación + ejercicio. No es ningún secreto que necesitemos realizar actividades físicas con cierta recurrencia. Pero lo que no sabías es que, hacer ejercicio entre 150 y 250 minutos a la semana, es más que ideal para lograr preservar un peso saludable, y quemar las calorías que consumimos, en lugar de almacenarlas.
Un error muy común es privarse de las cosas que te gustan, porque eso solo hará que las desees más. Evitar ciertos alimentos (como el chocolate, en el caso del estudio) solo hace que pienses más en ellos y, cuando finalmente cedas a tus antojos, vas a terminar consumiendo más de lo que necesitas. Entonces, llegan los sentimientos de culpa y fracaso tan asociados a los deslices en las dietas.
Con información de: Alejandro Velásquez