Consumir ajo y miel en ayunas puede tener varios beneficios. Hoy descubriremos qué nos aportan tanto el ajo como la miel y por qué pueden repercutir positivamente.
El ajo es uno de los ingredientes naturales más utilizados en la gastronomía mundial. Su particular sabor se aprovecha junto con otros condimentos para realzar el gusto de muchos platos.
No obstante, más allá de ser un gran aliado en la cocina, este alimento se ha valorado desde la antigüedad como uno de los mejores remedios para aliviar diversas dolencias tal y como indica este estudio.
Sus propiedades preventivas y medicinales han sido útiles contra la inflamación, las enfermedades crónicas y varios tipos de infecciones.
Gran parte de sus virtudes se le atribuyen a su aporte de alicina, un compuesto activo que favorece el control del colesterol alto, la presión arterial y otras afecciones del sistema cardiovascular.
También se utiliza como tratamiento para los problemas digestivos, las afecciones respiratorias y los hongos.
De hecho, debido a sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, se distingue como un gran complemento contra la artritis, el cáncer y la diabetes.
Los expertos en nutrición recomiendan consumirlo crudo porque así se conservan todos sus principios activos.
Además, es conveniente prepararlo como remedio junto con la miel de abejas, ya que es más fácil de ingerir y se potencian todas sus cualidades.
Con el ánimo de que mejores tu salud y bienestar, a continuación te queremos revelar todos los beneficios que obtienes cuando te animas a consumir ajo y miel en ayunas durante 7 días seguidos.
Los compuestos azufrados del ajo, junto con los nutrientes de la miel, son bastante beneficiosos para el sistema circulatorio.
Ambos ejercen un efecto anticoagulante y tonificador de las venas que evita la formación de trastornos como la trombosis y las venas varices.
La presión arterial alta es una enfermedad que pone en riesgo la salud cardiovascular en general.
Para controlarla de forma natural, se puede consumir ajo y miel en ayunas todos los días. Lo mejor es hacerlo por las mañanas, aunque también podemos hacerlo en cualquier otra parte del día.
La alicina que liberan los ajos crudos al ser triturados es de gran ayuda para desintoxicar la sangre y eliminar el exceso de colesterol.
Además, es un remedio muy eficaz para mantener a raya los triglicéridos, un tipo de grasa presente en la sangre.
Está comprobado que gran parte de los trastornos crónicos que aquejan la salud tienen algo que ver con el desequilibrio en los procesos inflamatorios del organismo.
Tanto el ajo como la miel disminuyen la inflamación y actúan como calmantes de afecciones como la artritis, la retención de líquidos y trastornos musculares.
Las propiedades antimicrobianas y antifúngicas del ajo y la miel son un gran apoyo de la función del sistema inmunitario.
Ambos incrementan la respuesta contra los virus, bacterias y todo tipo de patógenos que intenta atacar el organismo.
Cuando la tos es de origen bacteriano o viral, nada mejor que un sencillo jarabe de miel de abejas con ajo triturado.
Este calma la sensación de irritación que produce en la garganta y tiene un efecto expectorante que estimula la eliminación de flemas.
Todos los síntomas de la gripe y el resfriado se pueden controlar de forma temporal con el consumo constante de este tratamiento.
Sus propiedades eliminan los virus y estimulan la actividad de los anticuerpos que se encargan de proteger las vías respiratorias.
Para obtener todos los beneficios mencionados, asegúrate de que el ajo y la miel sean de origen orgánico.
Es común encontrar en el mercado mieles muy baratas, las cuales suelen ser pobres en nutrientes porque no son 100% naturales o están elaboradas con azúcar.
De nada servirá consumirlo si la dieta continúa siendo alta en grasas saturadas, azúcares y alimentos poco saludables. ¿Te animas a consumir ajo y miel en ayunas?