¿A quién no le gustaría tener unas pestañas largas y frondosas? Las pestañas son una zona esencial de nuestro rostro ya que, además de influir en nuestra belleza aportando una mirada más atractiva.
La vaselina es una sustancia natural derivada del petróleo que se utiliza en diferentes productos cosméticos por ser un producto de textura espesa, inodora y sin ningún tipo de sabor. Dichas características brindan a la vaselina propiedades muy útiles para el cuidado de las pestañas, entre las que destacan:
Gracias a su textura, la vaselina es un potente humectante, por lo que cuenta con propiedades que hidratan profundamente la fibra capilar de las pestañas. Gracias a ello, las tendremos más tupidas y suaves.
Si tienes muy pocas pestañas o estas son demasiadas cortas, este extracto natural también será un remedio muy útil para este problema estético, ya que cuenta con propiedades nutritivas que las fortalece y favorece su crecimiento.
Las propiedades hidratantes de esta sustancia oleosa también le proporciona un efecto reparador, por lo que evita que las pestañas se rompan con facilidad o sufran otros problemas que provocan su rotura, como la resequedad.
Otro beneficio de la vaselina es que debido a su textura puede servir también como una especie de pegamento natural. Este efecto es muy útil en el caso de que utilices pestañas postizas, ya que podemos fijarlas en la línea del ojo sin las irritaciones que provoca el pegamento que llevan los envases de este pelo artificial.
Por último, gracias a su textura oleosa que puede derretirse hasta formar una especie de aceite, la vaselina también se puede utilizar para eliminar el rímel y otros restos de suciedad de las pestañas.
Gracias al apartado anterior, ya conocemos los diferentes beneficios que puede brindar la vaselina en tus pestañas. Por ello, a continuación te explicamos cómo aplicarla en ellas paso a paso:
Para aplicar la vaselina en las pestañas necesitamos además de este producto, o bien unos bastoncillos de algodón o bien un cepillo de silicona que viene en cualquier máscara de pestañas. Si te decides por el cepillo, asegúrate de limpiarlos muy bien para retirar los restos de rímel que pueda contener.
Otro paso importante para utilizar esta sustancia oleosa es tener el rostro totalmente limpio de suciedad y maquillaje, especialmente el de los ojos.
Por ello, antes de nada, desmaquíllate y limpia tu cara como lo haces habitualmente.
Ahora que ya tienes el rostro limpio, embadurna el cepillo del rímel (o los bastoncillos) con vaselina. Acto seguido, espárcelo bien con tus dedos por todo el cepillo hasta que la cantidad de vaselina quede uniformemente repartida.
Cuando tengas el cepillo lleno de vaselina, aplícalo sobre las pestañas empezando desde la base hasta las puntas. Para que queden bien impregnadas, realiza un movimiento en zig-zag como si estuvieras poniéndote máscara de pestañas.
Déjate el producto puesto en los ojos durante toda la noche. Finalmente, a la mañana siguiente, retira la sustancia con abundante agua tibia.