Los cambios de estación traen consigo cambios de temperatura impredecibles. Esto ocasiona que nuestro cuerpo no esté bien preparado para afrontar enfermedades.
Cuando cambia la estación solemos enfermarnos, debido a que la temperatura un día es alta y al siguiente es baja. Sobre todo ocurre con el paso hacia y desde el invierno. Para que esto no ocurra, lee el siguiente artículo, donde aprenderás cómo evitar gripes y resfriados con los cambios de clima.
Lávate la nariz apenas se noten los primeros síntomas, como ser un estornudo. Es muy importante que siempre tengas las manos limpias.
Puede ser un vaso de leche caliente con miel o zumo de naranjas con miel (algunos optan por añadir unas gotas de una bebida alcohólica fuerte como es el ron o el cognac). Debes consumirlo cada dos o tres horas.
Si es necesario, coloca un calcetín adicional. Esto también incluye dentro del hogar. Si se mojan los pies con la lluvia, sécalos inmediatamente. También puedes llevar un par de calcetines extra en el bolso. No hay nada como unos pies fríos o mojados para coger resfriados.
Muchos dicen que hay que vestirse como una cebolla cuando estamos en esos días donde la temperatura puede jugarnos una mala pasada. De esta manera, podrás ir quitando por capas la ropa que es más abrigada.
La que se encuentra junto al cuerpo ha de ser de algodón, para absorber la transpiración. Las camisetas térmicas son muy buenas porque no permiten que el calor corporal se vaya.
Abrígate con tres capas, la más externa quítatela cuando llegues a un lugar cerrado. La intermedia dependerá de cuánto frío o calor sientas.
Como se dijo anteriormente, no importa que el calendario indique que todavía no llegó el invierno. Si hace frío (o si tu lo sientes), no dudes en abrigarte.
Aprovecha las ventajas de los accesorios como un gorro, unos guantes o una bufanda.