Ciudad Guatemala
No es ni un resfriado, ni una gripe: la neumonía puede parecerse a ellas, pero es imporante controlarla porque puede afectar tu salud.
La neumonía es una «infección que inflama los alvéolos —divertículos terminales del árbol bronquial— de uno o ambos pulmones», según Mayo Clinic. Estos divertículos se llenan de líquido o pus y causan síntomas similares a los de la gripe o resfrío.
La neumonía puede deberse a una bacteria (la mayoría de las veces) o a un virus. En el primer caso es necesario tratarla con antibióticos, pero de todas maneras el especialista decidirá qué camino es mejor tomar.
Síntomas de la neumonía
Sumado a los habituales síntomas de una gripe o un resfriado, la neumonía se diferencia por fiebres muy altas, tos con flemas (verdes, amarillas o hasta con sangre), temblores constantes, falta de aire, agotamiento excesivo, poco apetito, dolor al respirar, labios azules y mucho sudor, según Webmd. También puedes sentir náuseas, vómitos y diarrea, según Prevention.
El dolor de garganta, la secreción nasal o la fiebre en el caso del resfrío se va rápidamente. Con tan solo reposo se puede curar el resfrío, pero si estos síntomas persisten puede ser una señal de neumonía: «En el caso de la neumonía estos síntomas se mantendrán consistentes o más severos», agregóPrevention.
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¿Cuándo ver a un doctor?
La neumonía puede ser peligrosa (sobre todo en bebés, niños y personas mayores de 65 años), en estos casos, ante cualquier síntoma de gripe (o más, como se mencionó anteriormente) es importante asistir al médico. Además, aquellas personas que tienen sistema inmune débil o que toman medicamentos que bajan las defensas también deben consultar.
No obstante, es importante identificar los síntomas y consultar al médico aunque no te encuentres en el grupo más vulnerable. Una neumonía no atendida puede afectar considerablemente tu salud.
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La gripe, el resfrío y la neumonía pueden ser difíciles de prevenir, pero si se toman medidas el riesgo de tenerlas puede disminuir. Para evitar tener esta infección puedes: vacunarte anualmente contra la gripe, lavar tus manos constantemente, desinfectar el smartphone, llevar una dieta saludable, evitar el estrés y acudir al médico ante los primeros síntomas.
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