Múltiples estudios han logrado determinar que dormir mal aumenta el riesgo de muerte. Uno de los más recientes concluye que dormir menos de cinco horas al día puede aumentar el riesgo de muerte hasta en un 65%
Como si fuera poco, la falta de sueño produce mal humor y reduce el desempeño laboral y escolar, según una investigación realizada con más de 38.000 adultos, por científicos de la Universidad de Estocolmo, en Suecia.
Pero los hallazgos no terminan ahí: los expertos lograron demostrar que existe una forma de equilibrar los desajustes causados por el mal dormir.
Después de analizar miles de datos se confirmó que los individuos que duermen menos de cinco horas diarias pueden disminuir el riesgo si extienden sus horas de sueño los fines de semana o en periodos de vacaciones.
El estudio determinó que las personas que no dormían lo suficiente entre semana, pero que lograban recuperar el sueño ‘perdido’ durante los fines de semana, no corrían ningún riesgo de muerte relacionado con sus hábitos a la hora de dormir.
El autor principal del estudio, Torbjorn Akerstedt, quien también está vinculado al Instituto Karolinska –uno de los centros médicos, científicos y asistenciales más importantes del mundo–, insiste en que la duración del sueño es determinante para la longevidad de las personas.
El estudio, publicado en el Journal of Sleep Research (revista de investigación sobre el sueño), recolectó los datos del estilo de vida de todos los participantes durante más de 13 años y utilizó el registro nacional de muertes.
De esta forma, el doctor Akerstedt consiguió aportar algo nuevo a las investigaciones previas, que analizaban el sueño durante los días de trabajo, no durante la semana completa.
El científico sospechaba que debía haber alguna relación entre el sueño durante la semana laboral y los fines de semana, ya que suponía que dormir los sábados y los domingos era más reparador.
Después de analizar toda la información, encontró que dormir demasiado también puede ser perjudicial. Quienes pasan de corrido en las noches por más de ocho o nueve horas, durante toda la semana, podrían presentar una tasa de mortalidad 25% mayor, en comparación con quienes duermen las siete u ocho horas recomendadas por los científicos.
También reunieron datos, concordantes con múltiples estudios previos, que demuestran que las personas tienden a dormir durante menos tiempo a medida que envejecen: les da sueño con frecuencia pero logran dormir por periodos más cortos.
En estos casos se confirmó que, si estos periodos se incrementan durante los fines de semana, podrían disminuir los riesgos ocasionados por el mal dormir.
Con información de: Revista Cromos