Sabemos que pasar tiempo en la naturaleza reduce el estrés, pero hasta ahora no estaba claro cuánto es suficiente.
Las “píldoras de naturaleza” podrían ser una solución de bajo costo para reducir los impactos negativos en la salud derivados de la creciente urbanización y los estilos de vida en interiores dominados por la visualización de pantallas.
Para ayudar a los profesionales de la salud que buscan pautas basadas en la evidencia sobre qué dispensar exactamente, un científico y sus colegas diseñaron un experimento que proporcionaría una estimación realista de una dosis efectiva.
Durante un período de 8 semanas, se pidió a los participantes que tomaran una ‘píldora de naturaleza’ con una duración de 10 minutos o más, al menos 3 veces a la semana.
Los niveles de cortisol, la hormona del estrés, se midieron a partir de muestras de saliva tomadas antes y después de una de estas “píldoras”, una vez cada dos semanas.
“Los participantes tuvieron la libertad de elegir la hora del día, la duración y el lugar de su experiencia en la naturaleza, que se definió como un lugar al exterior que, en opinión del participante, les hizo sentir que habían interactuado con la naturaleza. Hubo algunas restricciones para minimizar los factores que se sabe influyen en el estrés: tomar la píldora natural a la luz del día, no hacer ejercicios aeróbicos y evitar el uso de las redes sociales, internet, llamadas telefónicas, conversaciones y lecturas.