El tomate es el perfecto aliado para el cuidado de nuestra piel, especialmente para aquellos rostros grasos y con tendencia a sufrir acné.
El tomate es una fruta que destaca por su alto contenido en vitaminas C y E así como en minerales como el fósforo y el potasio entre otros. Debido a su riqueza nutricional, este excelente producto natural cuenta con las siguientes propiedades para combatir el acné:
Gracias a estas propiedades, el tomate ayuda a limpiar y sellar de manera correcta los poros de la piel. De esta manera, consigue reducir la acumulación de sebo en el cutis y que los granos provocados por el acné vayan desapareciendo poco a poco. Además, gracias a su poder limpiador, el tomate previene la acumulación de bacterias en la piel y, en consecuencia, la aparición de infecciones.
Debido a su poder astringente, esta fruta es un remedio ideal para las pieles grasas, ya que ayuda a regular la producción de sebo, previniendo así la aparición de problemas cutáneos como el acné.
Los granitos de acné que no han cicatrizado bien suelen provocar posteriormente una serie de manchas antiestéticas en el rostro. Si este es tu caso, debes saber que el tomate es un buen remedio para el cutis, ya que cuenta con propiedades blanqueantes. Esto se debe a sus riquezas antioxidantes, encargadas de eliminar las marcas de acné.
El tomate también es una excelente opción para los granos internos, ya que tiene un gran poder calmante. Gracias a su riqueza en vitaminas y minerales, este alimento ayuda a aliviar algunos síntomas del acné como el enrojecimiento, el picor y la inflamación de la piel afectada.