Algunas veces resulta difícil elegir los alimentos correctos cuando nos enfrentamos constantemente con la tentación o no tenemos un plan.
Elegir alimentos saludables significa observar de cerca nuestros hábitos alimenticios actuales y realizar pequeños cambios que constituyen nuevos hábitos y una mejor nutrición.
No solo tenemos que elegir los alimentos en cada comida o refrigerio, sino que en realidad tomamos decisiones de alimentación a lo largo de todo el día.
Cada vez que vemos, olemos o pensamos en comida, tenemos una decisión por tomar.
El truco para elegir mejor los alimentos es aprender a “mejorar”. Observen los alimentos que consumen actualmente y vean si pueden reemplazarlos por opciones más saludables.
Si, en términos generales, sus patrones alimenticios son buenos, y realizan las comidas y refrigerios regulares incluyendo una variedad de alimentos, entonces es solo cuestión de incorporar algunas opciones más saludables en lugar de aquellas que no les hacen tan bien.
El primer paso para mejorar la dieta es observar detalladamente sus hábitos alimenticios actuales. Escriban todo lo que comen por un par de días. No pueden realizar cambios si no saben realmente lo que están haciendo o cuáles son sus puntos débiles.
Una vez que lo hayan hecho, examinen su diario de alimentos sin juzgarse. Solo sean objetivos. Observen sus patrones alimenticios y opciones de alimentos y tan solo reconozcan que hay algunas cosas que probablemente deseen cambiar. Y mientras tanto, no se olviden de felicitarse por todo lo que están haciendo bien.
El próximo paso es trabajar en torno a la reducción de los alimentos más calóricos que consumen habitualmente. Comiencen por los alimentos con alto contenido de grasa y azúcar. Una vez que hayan identificado a los principales culpables, utilicen el siguiente gráfico de alimentación saludable que los ayudará a encontrar opciones más saludables. A medida que incorporen estas opciones de alimentos más saludables a su rutina, mejorarán gradualmente la calidad de los nutrientes en la dieta, reducirán las calorías y probablemente se sentirán más llenos y satisfechos con las comidas.
Después de haber llevado el diario de alimentos por un tiempo, sabrán bien los alimentos que están consumiendo. Pero también querrán saber qué contienen los alimentos que están consumiendo. Cuando hacen las compras, tómense un momento para leer las etiquetas. Miren los ingredientes y la información nutricional para que puedan evaluar las calorías y el contenido de grasa y azúcar de los alimentos que compran.
Una buena estrategia para una mejor elección de los alimentos es inclinarse por los alimentos menos procesados. Todo alimento tiende a su valor nutricional cuánto más cerca se encuentre de su estado natural o sea menos procesado. También estarán consumiendo menos grasa, azúcar y sal.
Si sienten antojo por un helado, intentar satisfacer ese antojo con tallos de apio probablemente no funcione. Quizás funcionaría con yogur griego con frutos rojos, o rodajas de banana congelada.
Es más fácil tomar mejores decisiones cuando planificamos por adelantado. Cuando tienen un plan de comidas y refrigerios, están más comprometidos a incorporar opciones más saludables.
Mantengan el foco en reemplazar los malos hábitos por mejores hábitos y sepan que cada pequeño esfuerzo cuenta. A medida que continúen tomando mejores decisiones, éstas se convertirán en nuevos hábitos y, con el tiempo, esas mejores decisiones serán los alimentos que ansíen comer.
Con información de: Revista Cromos