Uno de los mitos que se tienen sobre la donación de sangre es que el peso de las personas aumenta. ¿Es cierto esto?
Existen personas que no donan sangre por miedo a engordar, otros piensan que aumenta el apetito, en general la mayoría considera que no es saludable.
Según los especialistas consultados, donar sangre no engorda ni adelgaza, lo cierto es que después de la donación suele aumentar el apetito, debido a que el cuerpo necesita recuperar energía. Lo recomendable es alimentarse de forma balanceada y beber líquido posteriormente. El cuerpo compensará la pérdida en minutos.
Nadie aumenta de peso por donar. No hay evidencia histórica médica que justifique tal apreciación dice el médico Bernardo Camacho, director del hemocentro distrital.