Tres grupos extremistas cohabitan en un convulso juego de poder en Afganistán: el Talibán, al Qaeda y Estado Islámico.
Al Qaeda y Estado Islámico (EI) han perdido dos sus grandes líderes en el último "nido emergente" del "terror global": el Sahel, en el norte de África.
Operación estadounidense para acabar con Qasem al Rimi ocurrió en Yemen.
Desde la llegada del Talibán al poder, la comunidad internacional tenía bajo lupa tanto a Estado Islámico como Al Qaeda (La Red), dos grupos debilitados pero que buscan reforzarse tras el colapso del gobierno afgano y la retirada de tropas occidentales.
El gobierno de Estados Unidos y el Talibán firmaron un histórico acuerdo que allanaría el camino hacia la paz en Afganistán, después de más de 18 años de conflicto armado.
Los talibanes fueron derrocados del poder en 2001, tras una incursión militar liderada por Estados Unidos, pero poco a poco el grupo islamista ha ido retomando fuerza a lo largo y ancho de Afganistán.