La selva amazónica es cada vez más pequeña.
Fernando Haddad pasó la mitad de su corta campaña tratando de convencer a Brasil de que era Lula y la otra esforzándose en lo contrario. Pero la sombra del patriarca de la izquierda fue demasiado alargada para este mesurado profesor universitario enfrentado a una misión imposible: sustituir al líder.
El ultraderechista Jair Bolsonaro y el izquierdista Fernando Haddad, que disputarán el 28 de octubre la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil, presentan propuestas de economía y sociedad que llevarían al país por caminos muy diferentes.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibirá este martes a uno de sus más fervientes admiradores: su homólogo de Brasil, Jair Bolsonaro, el “Trump del Trópico” con quien espera inaugurar una nueva alianza hemisférica.
Jair Bolsonaro fue durante casi tres décadas un diputado irrelevante de Brasil, pero su apología de la mano dura tiene a este excapitán del Ejército a un paso de convertirse en presidente de un país que parece haber encontrado en su discurso misógino, homófobo y racista el consuelo a su descontento.
Michel Temer reemplazó en 2016 a la destituida presidenta de izquierda Dilma Rousseff, asumiendo el mando de un Brasil sumido en la recesión, los escándalos de corrupción que acabaron por alcanzarlo a él mismo y la violencia que cada año deja más de 60.000 muertos.