Robert Crimo ya estaba bajo la mira de la policía en 2019, por tentativas de suicidio y por amenazar con "acabar con todos" los miembros de su familia.
Un cochecito de bebé, un triciclo, unas cuantas sillas plegables abandonados en el lugar dan fe del caos generado por la estampida ante el horror de la balacera en Chicago.
Un gato negro saltó desde lo alto de un edificio en llamas y salió ileso.
Robert Crimo, detenido por el tiroteo mortal del pasado 4 de julio en la localidad estadounidense de Highland Park, en la periferia de Chicago, confesó ser el autor del crimen y la Policía señaló este miércoles que contemplaba "seriamente" un segundo ataque.
El tiroteo se produjo unos 10 minutos después de que comenzara el desfile a las 9:00 horas locales.
El mexicano de 78 años necesitaba de una andadera para caminar y sabía que podría ser difícil para él desplazarse por las aceras llenas de gente en esa ciudad al norte de Chicago.