El primer mes del año invita al cambio y a motivarse con nuevos retos como hacer ejercicio, comer mejor y, en definitiva, sentirse bien llevando una vida más saludable.
La forma en la que empezamos el día nos puede ayudar a mantener la sensación de energía y vitalidad a lo largo de la jornada.
Tenemos claro que el dulce es lo más parecido al veneno. Somos conscientes de que ese aroma provocativo que sale de la panadería de la esquina es a lo que huele el pecado.
Los patrones del sueño a menudo se aprenden siendo niños. Cuando repetimos estos patrones durante muchos años, se convierten en hábitos.
Si hay algo que no podemos cambiar, es el proceso natural de envejecimiento. A todas las personas nos vendrán las arrugas y las líneas de expresión.
Los habitos hacen parte diaria de nuestra vida diaria, y algunos como el ejercicio, nos ayudan a mantener una buena salud.